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AMPLIARLa movilización en Tucumán

8N: si eso no es libertad, la libertad donde está

Luego de las miles de conjeturas y quejas de quiénes anticipadamente señalaban que iban a protestar por la falta de libertad de expresión en la Argentina, el jueves fue una muestra clara que las libertades no están suprimidas como quieren hacer creer los medios opositores al gobierno provincial y nacional.Ambos tienen aciertos y yerros pero no cortan libertades individuales.

En Tucumán la “espontáneamente organizada” marcha fue tan heterogénea como en todos los distritos del país.

Lo cierto es que todos los que se quejaban repitiendo los que dicen los medios nacionales y periodistas locales en el Jardín de la República pudieron manifestarse con absoluta libertad. Expresaron su broncas , sus pedidos y sus deseos sin que nadie se los impida ..

No hubo una consigna dominante. Los reclamos predominantes fueron por más seguridad y  menos inflacción.

Las mezclas de ideologías estaban en todos los grupos que coparon la Plaza Independencia. Estaban representantes de las 62 Organizaciones, militantes del MST, del PO, de la UCR, Fuerza Republicana, Peronistas, empresarios, sojeros, comerciantes, alumnos y alumnas de colegios secundarios católicos, diputados nacionales, ex funcionarios y los desconocidos de siempre.

Nadie sufrió un atisbo de represión por los cientos de policías de civil y uniformados que desde muy temprano se instalaron en lugares estratégicos del  paseo tucumano.

Entre los asistentes  se vio  los radicales  José Manuel Cano, Juan Casañas, Pablo Walter (funcionario de Macri), Ricardo Bussi, Claudio Viña,, ambos de Fuerza Republicana,   al sindicalista Juan José Soria, al intendente Oscar Paz, el legislador Alberto Colombres Garmendia y el Concejal Roberto Ávila  los dos del PRO  al ex entrenador de  rugby  Alejandro Petra, familiares de militares con juicios por delitos de lesa humanidad,

Lo que más me llamó la atención fue la exaltación del cura  de la iglesia San Francisco,  Domingo Almada, que portando una tapa y un palo golpeaba muy fuerte a tiempo que gritaba “abajo la yegua que se la lleve el marido”, Consigna que era”festejada” por algunos de sus amigos feligreses. También fue notoria la presencia de alumnos y alumnos de colegios católicos secundarios ( según sus tutores no pueden votar a los 16, porque no están preparados), jubilados de los miércoles.

La gran marcha que había sido convocada por afiches pegados en distintos lugares de la ciudad,  redes sociales, políticos en radios locales gozó de una gran libertad de expresión en esta democracia llamada dictadura por todos los que marcharon.

Se expresaron en todos lados, portaron carteles con reclamos, gritaron lo que se les antojó, insultaron, aplaudieron, tiraron bombas de estruendos sonaron sirenas, pegaron afiches en carteles municipales, pintaron las veredas. Nadie les reprochó nada a ninguna de estas personas que se molestan cuando comprovincianos de menores recursos económicos se manifiestan en lugares públicos. Son libres ellos y estos también.

 ¡Feliz Libertad Para Todos!

 Daniel A. Villalba