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AMPLIARPolicías en una favela paulista

Por ahora no convocarán al Ejército para combatir al narcotráfico

El gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin dijo a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que descarta aceptar el envío del Ejército para aplacar la onda de asesinatos, especialmente de policías, lanzada por la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC).

Ante el estado de conmoción que vive la ciudad de Sao Paulo y su periferia, la más poblada del país, Rousseff ofreció el envío de las Fuerzas Armadas, durante una conversación que mantuvieron ayer, pero Alckmin consideró que esa opción es innecesaria aunque acordó trabajar conjuntamente con la federación, publicó ayer el sitio del diario Folha de Sao Paulo.

Alckmin considera que la situación en Sao Paulo, con 11 millones de habitantes, no reviste la gravedad que se vivió años atrás en Rio de Janeiro, donde las tres Fuerzas Armadas ocuparon varias favelas, la última vez durante una ofensiva ocurrida en noviembre de 2010. La guerra entre el PCC y la policía ya dejó 98 agentes paulistas asesinados desde el inicio del año, siendo que 88 fueron ejecutados cuando se encontraban fuera de servicio debido a que la organización delictiva cuenta con su propia red de informantes diseminada por la ciudad y con bastante capilaridad en las favelas.

Pese a que cientos de policías ocuparon dos grandes favelas esta semana, la ultima de ellas en un operativo iniciado el jueves, la ola de violencia continuó entre la noche de ayer y la madrugada de hoy en Sao Paulo dejando un saldo de al menos 5 personas asesinadas.