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AMPLIARUna mujer baña a su hijo en el río

Desnutrición severa afecta a niños de tres comunidades del TIPNIS

El 100 por ciento de los niños de San Pablo, Alta Gracia y Carmen del Isiboro, comunidades indígenas ubicadas al norte del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), sufre una grave degeneración y debilitamiento del organismo por una nutrición insuficiente e inadecuada, de acuerdo con la evaluación realizada hoy por del médico asignado a la zona, Roger Layme Salgueiro.

"La desnutrición, a gran escala, afecta al 100 por ciento de los niños de esas tres comunidades, porque no se están alimentado correctamente", indicó Layme, el único médico del Servicio Departamental de Salud de Trinidad, que atiende al menos 19 asentamientos indígenas en el TIPNIS y que están dispersos en 200 kilómetros a lo largo de la cuenca del río Isiboro.

Las comunidades del la reserva natural sobreviven con la caza, la pesca y la recolección de frutos y con pequeños cultivos de arroz y yuca.

Sin embargo, de acuerdo con el especialista, los alimentos no son correctamente elaborados para su consumo.

"En San Pablo, por ejemplo hay una laguna donde la gente se baña, defeca, orina, lava su ropa y echa basura y esa misma agua la utiliza para beberla sin hervirla y para cocinar".

El niño de 10 años Yamir Colegial Aramayo, que la semana pasada fue mordido  por un caimán en la pierna izquierda, actualmente se recupera de la grave herida en la sala de pediatría del Hospital Materno Infantil de Trinidad.

Layme asegura que en este momento la desnutrición de Colegial, que vive en la comunidad de San Pablo, es "grave y severa".

"Como él, todos los niños de la cuenca del Isiboro tienen una gran cantidad de parásitos en el estómago. Y en el caso del niño, que es pequeño en estatura y muy delgado, si matamos a los parásitos se pone también en riesgo la vida de él".

Roger Layme trabaja como médico en San Pablo y desde ahí recorre al menos 19 comunidades llevando medicamentos y atendiendo pacientes.

Ahora, sin embargo, no puede ingresar a su fuente de trabajo, a la que llega navegando por el Mamoré en un viaje de dos días, debido a las represalias de los dirigentes que se oponen al proceso de Consulta a los pueblos del TIPNIS.