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AMPLIAREl Seminario de Paraná

El Seminario de Paraná era "un campo de concentración"

El abogado defensor de una de las presuntas víctimas del cura Justo José Illaraz, acusado ante la justicia por el abuso de al menos 50 chicos de entre 10 y 14 años en la capital entrerriana entre 1984 y 1992, aseguró ayer que en aquellos años el seminario de Paraná "era un campo de concentración".

 Milton Urrutia, que además de querellante fue seminarista en ese instituto en el período en que el cura Justo José Illaraz habría abusado de los niños internados, criticó ayer la "doble moral de los directivos del seminario en aquellos tiempos".

 "A nosotros nos bañaban con agua helada y nos tenían encerrados, mientras Ilarraz y (el actual arzobispo de Paraná, monseñor Juan) Puiggari (entonces prefecto del seminario) vivían con todos los privilegios en habitaciones con todo el confort", dijo el abogado en declaraciones a Télam.

Urrutia relató que mientras estuvo en el seminario "nos pegaban con toallas mojadas y nos hacían trabajar como burros. Es una locura cómo nos discriminaban y lo que nos hacían", dijo el abogado quebrado por el llanto, al recordar su paso por la institución religiosa.

"Ellos tenían que cuidarnos y amarnos porque nos estábamos preparando para ser sacerdotes, pero a muchos nos frustraron y tuvimos que abandonar la vocación", admitió.

Para el abogado, el arzobispo de la capital entrerriana, monseñor Juan Puiggari "tiene que dar un paso al costado porque nos defraudó a los ciudadanos y a los laicos", al ocultar lo sucedido en el seminario con el cura Ilarraz.

"El violó la ley interna, el código penal, la legislación divina y el derecho canónigo", agregó Urrutia al cuestionar el código de silencio que habría impuesto la iglesia en torno del caso.

 El abogado opinó que "Puiggari no puede desde el púlpito pontificar y decirle a los niños que no hay que mentirle a los padres porque sino no pueden comulgar".