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AMPLIARMomento de la única oferta

La española Cosmo compró los aviones de la uruguaya Pluna

La aerolínea española Cosmo se adjudicó en un remate la flota de siete aviones Bombardier que pertenecieron a la uruguaya Pluna, en liquidación y que suspendió sus vuelos el 5 de julio pasado.

En una subasta en la que no se registró puja y que tuvo una duración de siete minutos, la empresa pagó 137 millones de dólares, 200 mil dólares por encima de la base que había fijado el gobierno.

La instancia, que se llevó a cabo en el predio de la Rural del Prado, en Montevideo, fue transmitida en directo por un canal de televisión cable y seguida por pantalla gigante en el lugar por unos 200 empleados de Pluna, que buscan recuperar sus puestos de trabajo.

Si bien el objetivo del gobierno era reconstituir una aerolínea de bandera nacional, la oferta "al alza" de Cosmo y las condiciones del remate, no obligan a la empresa a mantener operativa la flota en Uruguay, aunque si los aviones salen del país, el Estado uruguayo no dará financiación para la compra.

Cosmo Airlines comenzó su operativa este año en España con vuelos charters y alquiler de aeronaves a empresas, al tiempo que prevé relanzar próximamente su actividad, pero ni la empresa ni su representante en el remate anunciaron el destino que le darán a los aviones.

El remate estaba previsto en un principio para el 12 de septiembre, pero horas antes el gobierno suspendió la instancia ante la escasez de interesados y para garantizar una mayor competencia en la puja.

El resultado de la subasta permitirá básicamente el pago al Scotia Bank de Canadá, que financió la flota, por 136 millones de dólares, sobre un pasivo total que supera los 350 millones, frente a un activo de 290 millones. Los aviones Bombardier CRJ900 Nextgen están definidos como "a la medida de la región", es decir, que tienen autonomía como para realizar vuelos entre las principales ciudades de Uruguay, Argentina, Brasil, Chile y Paraguay, y de hecho Pluna cubría 16 aeropuertos regionales con 265 frecuencias semanales.

Los aparatos tienen una capacidad para 90 pasajeros, con un largo de 36,2 metros y un ancho de 2,55 metros, al tiempo que alcanzan una velocidad crucero de 827 kilómetros por hora. Los Bombardier consumen 40% menos de combustible que otras aeronaves que utilizaba la empresa, en general DC y Boeing, de una antigüedad que se remontaba a principios de la década del 80'. La crisis de Pluna hizo eclosión en los últimos días de mayo cuando apenas pudo pagar sobre el vencimiento del plazo una deuda semanal con ANCAP por 600.000 dólares, horas antes de que ésta cumpliera con un últimatum y le cortara el suministro, al acumular vencimientos por 28 millones de dólares. Entre julio de 2011 y febrero de 2012 Pluna perdió 11,8 millones de dólares y, según la oposición, las pérdidas acumuladas en los últimos siete años alcanzan a 147 millones de dólares. Esa situación llevó a que el 18 de junio el gobierno desplazara al Grupo Leadgate, entonces socio mayoritario con el 50% de las acciones, que se depositaron en un fideicomiso en la Bolsa de Valores, junto al 25% de los títulos de la canadiense Jazz.

Entonces el Estado asumió la gestión de la empresa, reprivatizada en 2007 tras la quiebra un año antes de Varig, propietaria a su vez desde 1994. El fracaso en las gestiones del gobierno para encontrar un nuevo socio privado para la aerolínea y la falta de los recursos indispensables para volar, incluido el aprovisionamiento de combustible, llevaron a las autoridades a decidir el cierre y la liquidación el jueves 5 de julio, con el envío al seguro de paro de unos 800 trabajadores. Además, fueron afectados más de 50.000 pasajeros que habían comprado sus pasajes hasta octubre.

Pluna fue fundada en 1936 por los hermanos Márquez Vaeza y se nacionalizó en 1951 cuando pasó, por primera vez, a ser gestionada por el Estado hasta el ingreso de Varig. Durante la gestión de Leadgate, que encabezó el empresario argentino Matías Campiani, el Estado uruguayo conservó el 25% de las acciones.