El popular folclorista deleitó a la multitud con lo mejor de su repertorio. El cierre de las celebraciones por el Bicentenario de la Batalla de Tucumán fue a todo baile y con un espectáculo de fuegos artificiales.
El cierre del gran programa de actos por los festejos del Bicentenario de la Batalla de Tucumán no pudo ser mejor. El Chaqueño Palavecino, con su gran conjunto de músicos, dio un espectáculo que quedará por mucho tiempo en la retina y oídos de la multitud que copó la Plaza Independencia para disfrutar de show.
El músico derrochó carisma pero además, llevó adelante una actuación soberbia, con canciones que ya son verdaderos clásicos de nuestro acervo cultural.
Gente de todas partes del país, vivieron una noche inolvidable, gracias al esfuerzo conjunto del Ente Autárquico Tucumán Turismo (EATT), que conduce Bernardo Racedo Aragón y el Ente de Cultura.
Antes de la aparición en escena de Palavecino, la gente se fue aclimatando, con las magníficas actuaciones de Quique Yance, Mariela Narchi y el grupo Tafinando y el dúo La Yunta, conformado por Julián Humarán y Gustavo Páez en un espectáculo denominado "Tucumanos”.
Un buen aperitivo para lo que fue un gran espectáculo. Muchos visitantes se mostraron emocionados por poder participar de un evento en conmemoración de un hecho tan relevante de nuestra historia como fue la Batalla de Tucumán.
El espectáculo que brindó el Chaqueño estuvo matizado por una pantalla gigante que proyectaba imágenes permanentes de las bellezas de nuestra provincia, mostrando de este modo a la gran cantidad de turistas congregados frente al enorme escenario la potencia de Tucumán como plaza turística.
Hubo dos momentos muy especiales del recital, uno cuando Palavecino invitó a compartir el escenario al grupo tucumano Los Taficeños, con quien compartió un par de canciones y otro, cuando presentó a sus músicos y evocó a su guitarrista recientemente fallecido Oscar “Chato” Bazán. Además, agradeció públicamente al gobierno y en especial al Ente Tucumán Turismo por haberlo considerado para cerrar las festividades de la Merced.
El tramo final de la actuación del artista provocó el delirio del público, que cantó a coro con él Amor Salvaje y La Ley y la Trampa. Luego vinieron los bises y el cierre fue a toda chaya con Carnaval en la Rioja.
Los últimos acordes se confundieron con el inicio del gran espectáculo de fuegos artificiales. Un digno broche de oro para una velada inolvidable.
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