El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, pidió una tregua de 48 horas al instalar el diálogo con los asalariados y los cooperativistas de Colquiri enfrentados por la explotación de ese yacimiento, que dejó un saldo de un muerto y al menos 7 heridos.
Quintana abrió el diálogo agradeciendo la respuesta de ambos sectores a la convocatoria del Gobierno en un nuevo esfuerzo para encontrar una solución pacífica al conflicto, que ha puesto en vilo a la Sede de Gobierno, sacudida por las violentas manifestaciones.
"Este es un conflicto que trasciende a todo el país. En
este momento no es oportuno discutir quién o quiénes son los culpables.
Queremos plantear una tregua, un cuarto intermedio de 48 horas para que
reflexionemos", urgió Quintana.
Dijo que ese cuarto intermedio debe ser una especie de desarme
espiritual para que en 48 horas se reinstale el diálogo y se busquen las
mejores soluciones a las demandas de ambos sectores.
A su juicio, la asistencia de los representantes de ambos sectores y
de la Central Obrera Boliviana (COB) demuestra que hay voluntad para
resolver el conflicto.
"Es una señal para el país que valoramos", remarcó el Ministro de la
Presidencia al pedir que se calmen los ánimos para evitar mayores
enfrentamientos.
El diálogo se inicio en salones del Edificio del Fondo Nacional de
Desarrollo Regional con la presencia del ministro de Trabajo, Daniel
Santalla y el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales,
César navarro, además de los representantes de asalariados y
cooperativistas.
"Han recibido esa propuesta de tegua de una manera razonable y
positiva y se han retirado para consultar con sus bases" informo
Quintana al final de la reunión.
Los cooperativistas se manifestaron violentamente horas antes en La
Paz en demanda de la apropiación de un yacimiento parte del complejo
minero Colquiri, recientemente estatalizado y que gerenciaba la Glencore
suiza.
En esa acción, fue herido el minero asalariado, Héctor Choque
Gutiérrez (22), que posteriormente murió en una policlínica a causa de
las graves heridas que le infirió una explosión de dinamita lanzada
desde la marcha al edificio de la Federación Sindical de Trabajadores
Mineros de Bolivia (FSTMB), donde se encontraban varios mineros de la
estatal Comibol.
El conflicto latía hace dos semanas en la mina de Colquiri, en el
departamento de La Paz, estatalizada hace poco, donde los trabajadores
estatales dependientes de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) se
oponen a que los privados o cooperativistas exploten en provecho propio
un yacimiento en el mismo complejo minero de estaño que pierde 250.000
dólares diarios.
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