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AMPLIARPesos argentinos y uruguayos

Uruguay y Argentina avanzan en comercio de monedas locales

Los bancos centrales de Uruguay y Argentina avanzan en la implementación de un sistema para el comercio binacional en monedas locales a efectos de facilitar las transacciones, perjudicadas por las restricciones de Buenos Aires a la compra y salida de dólares.

Las autoridades monetarias firmaron una carta de intención por la cual se compromenten a dedicar "sus mejores esfuerzos para implementar un sistema de pagos bilateral entre ambos países, con objeto de facilitar las operacones en moneda local en el comercio entre los dos mercados", dijo el presidente del Banco Central del Uruguay, (BCU) Mario Bergara.

Bergara, quien firmó el documento junto a la titular del Banco Central de la República Argentina, Mercedes Marcó del Pont, agregó que ambas entidades cooperarán para "implementar el sistema en el menor tiempo posible, comprometiéndose a adoptar las modificaciones necesarias en los respectivos ordenamientos jurídicos".

Los dos bancos desarrollan estudios conjuntos para poner en marcha el sistema, proceso en el cual se han obtenido "sustantivos avances en ese sentido", indicó el presidente del BCU.

El pago en monedas locales es una iniciativa que fue elevada en marzo al BCU por la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) y que desde entonces es analizada al más alto nivel de los bancos centrales.

"Es un instrumento que es normal y que facilitaría los pagos que Argentina tiene que hacer a los países de los cuales importa", dijo a ANSA la secretaria ejecutiva de la UEU, Teresa Aishemberg, quien recordó que el mecanismo está operativo para el comercio exterior entre Argentina y Brasil". Aishemberg precisó que "hasta ahora lo han utilizado poco, pero en una situación como la actual amerita su implementación y se va a usar más, como forma de facilitar el comercio para ambas partes". Mediante el sistema propuesto, Uruguay busca agilizar la importación de productos y servicios uruguayos por parte de empresas de Argentina, que hoy puedan enfrentarse a demoras debido a las restricciones que impone este país a la compra de dólares.

El sistema, denominado SML (sistema de pago en monedas locales) está protocolizado en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), que en su página web explica su utilización. Actualmente, el SML está vigente en la región solamente entre Argentina y Brasil y puede aplicarse a las operaciones de hasta 360 días en el comercio de bienes y servicios y gastos relacionados. La finalidad es reducir costos administrativos y financieros de las transacciones, asociados principalmente, al hecho de que tanto el exportador como el importador no tendrán que realizar operaciones de cambio. Para operar por medio del SML, el empresario tiene que dirigirse a un banco comercial autorizado -por el Banco Central- y solicitar que la exportación o importación a realizar se efectúe utilizando el mecanismo. Actualmente se encuentran autorizados todos los bancos comerciales que cuentan con oficinas en Argentina y Brasil. Para Gabriel Murara, vicepresidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, la medida "puede contribuir" a facilitar el comercio con Argentina.

No obstante, Murara declaró a ANSA que "sería de mayor importancia que Argentina dejara de aplicar medidas como las licencias no automáticas de importación y las declaraciones juradas de compras" que traban y producen demoras en el ingreso de productos uruguayos al vecino país.

Recordó que debido a las medidas proteccionistas de Argentina, las ventas a ese país cayeron alrededor de 10% en lo que va del año, con especial afectación sobre los sectores del papel, cartón, plásticos y automotores.

La aceptación de pesos argentinos para reducir los efectos del "cepo cambiario" también es motivo de negociaciones entre operadores turísticos y el gobierno, que buscan implementar un sistema para que la moneda del país vecino pueda ser cambiada en Uruguay a una cotización más favorable.

Los turistas argentinos representan la mitad del total de visitantes del país, es decir 1,5 millones por año, por lo que se teme que las restricciones cambiarias puedan hacer fracasar este año la temporada de verano.