AMPLIARNo se enferme que se enferma

04/09/2012 - Comportamientos habituales

Historias mínimas de Tucumán: no se enferme que termina más enfermo

Enfermarse no es bueno, pero buscar atención médica es peor. De nada sirve tener obra social. La atención desde el primer momento que intente buscar consultar a un profesional su vida por esos días se transforma en una peregrinación y ruegos para que lo atiendan bien.

Con una dolencia renal decidí buscar un especialista  y ahí comenzaron mis otras dolencias.

Primero fueron los pies. Para sacar órdenes de consulta estuve parado unas dos horas. Cuando llegué a la caja la encargada con su peor mala voluntad me dijo “ No le puedo vender más de dos  aunque usted necesite tres”. Otro dolor, que no les quiero decir adonde pero ustedes queridos lectores ya pueden imaginarse. Con los papeles en el bolsillo y dos dolencias nuevas salí resignado. 

Ahora es el turno del especialista.¿ “Hola , con el consultorio del doctor Fulano”?. ¿“Si que desea?. “Pedir un turno, tengo tal obra social”. “Bueno, el médico atiende todos los días desde las 16,30 hasta las 20,30, y es por llegada  y debe traer la orden de consulta  más 40 pesos”. Otro dolor , pero en el bolsillo.

Por la tarde, luego de cumplir con mis obligaciones laborales , puso rumbo al consultorio del especialista. Cuando entré a  la sala , tipo 17,30, ni me imaginaba que iba a encontrar tanta gente esperando al profesional. Firmé la orden, luego de recibir una mueca de fastidio por parte de la secretaria .Aboné con un billete de 50 pesos y tuve que soportar el enojo de la señorita por no tener la plata justa. De recibo o factura ni hablemos , ni la mencionó. Guita en negro para el doctor.

 

Parado una hora y sentado 70 minutos esperé hasta que me llamaron al consultorio número 2. Ingresar a ese templo de la sabiduría y la frialdad del galeno me hizo pasar el dolor . ¿”Qué le anda pasando”?, preguntó el calvo médico luego de sorber un líquido que había en una colorida taza. “ “Me duele al costado izquierdo, parece que es el riñón y cuando orino me arde”. El médico escucho, parecía que atentamente, Tomó una lapicera y escribió en un papel. “ Esta noche no coma nada sólido, solo un té y mañana cuando se levante recoja en un frasquito la orina, el segundo chorro y llévelo a este laboratorio que yo le indico , que es de mi confianza. Cuando tenga los resultados vuelva a verme”. Ni cinco minutos pasaron . Luego de una hora y quince minutos salí con el mismo dolor pero con una orden y 40 pesos menos.

 Al otro día temprano, oriné el primer chorro en el inodoro y el segundo en el frasquito que compré a 2 pesos en la farmacia y en ayunas me dirigí al laboratorio indicado. Otra vez la misma rutina . Pero  más barato el bioquímico, 15 mangos más la orden autorizada. Los quince son para solventar las nuevas capacitaciones que debe hacer el profesional leo en un letrero. Bueno ahora debemos pagar sus estudios  de perfeccionamientos también. Dejé 50 pesos en total : 15 más la seña de 35.

Cumplido todo fuí a la sede de la obra social Otra vez a peregrinar :1º hacer revisar el pedido de análisis para que carguen  en la computadora el pedido. 25 minutos. 2º, hacer autorizar por el auditor. 15 minutos de mala voluntad por parte del profesional. 3º esperar en la cola por unos 35 minutos para pagar. Al final salí con los riñones en la mano. Todo el trámite estuve parado y con 18 pesos menos.

48 horas después retiré el resultado de los análisis, Me devolvieron los 35 pesos que quedaban de los 50 que dejé. Tampoco recibí ningún tipo de factura o recibo por lo abonado.

Ya en el consultorio del urólogo y luego de  entregar la orden más los 40 pesos aguanté unos 50 minutos hasta que llegó el médico que según la secretaria venía de operar. Yo lo había visto una hora antes  sentado en el bar de la vuelta de su consultorio. Seguro que estaba “operando” un café. Comenzó a atender pasadas las 17, 40.

“Hola amigo, siéntese, a ver esos análisis”. “ No hay nada malo. Tome esto que le voy a recetar, una pastilla cada 12 horas durante 5 días  y si le duele mucho hágase poner esta inyección. Va andar bien y venga a verme  en 20 días”. Pasaron 6 minutos. Nunca me tocó, ni me tomo la presión, ni me preguntó otra cosa distinta a la de la primera consulta. Pero se quedó con otra orden y el importe de 16 cospeles.

Estos profesionales de la salud me dieron la sensación que inspectores de tránsito también pueden ser. No piden para la gaseosa . Si para el "champú" . Por la cometa digo. .

No me duele  pero la molestia continúa. Ya aprendí. La próxima vez antes de enfermarme  voy a pedir una consulta previa a un psiquiatra (Dicen que son carísimos) para que me recete un tranquilizante así hago todos los trámites para mejorar mi salud más tranquilo y como un gran “paciente”.

Daniel A. Villalba
villalbadaniel07@gmail.com