El presidente de la máxima corte de Brasil, Carlos Ayres Britto, determinó el reinicio de la construcción de la central hidroeléctrica de Belo Monte, en la Amazonia brasileña, que había sido suspendida la semana pasada por un tribunal de segunda instancia.
El titular del Supremo Tribunal Federal aceptó un pedido del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff contra el fallo que suspendió las obras de la que será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, detrás de la china Tres Gargantas y de la paraguayo-brasileña Itaipú.
La decisión del presidente de la corte es temporaria ya que
debe ser puesta a debate ante los 11 ministros del máximo
tribunal, aunque no se fijan fechas para ello.
El Tribunal Regional Federal había paralizado la obra que se
hace sobre el Rio Xingú porque entendió que no se cumplieron los
pasos parlamentarios para la aprobación de la obra, como ampliar
la fase de consultas con los pueblos indígenas que viven cerca
de la construcción.
La obra la ejecuta el consorcio Norte Energía y para la
presidenta Dilma Rousseff representa una salida estratégica para
enfrentar la demanda energética por el crecimiento del país para
la próxima década.
Grupos ambientalistas nacionales e internacionales realizan campañas sostenidas contra Belo Monte.
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