Funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA) llegaron ayer a Paraguay cumpliendo órdenes del secretario general de esa instancia, José Miguel Insulza, para coordinar la visita posterior de una misión que permanecerá hasta los próximos comicios.
El grupo está compuesto por tres personas que laboran directamente en las oficinas de la secretaría general y su viaje a esta capital es responsabilidad personal de Insulza pues no fue aprobado por los países integrantes del Comité Permanente de la OEA.
Se trata de Hugo de Zela, jefe de la oficina de Insulza; Kevin Casas, secretario de Asuntos Políticos, y John Biehi, asesor especial del Secretario General, quienes llegaron acompañados por el representante paraguayo, Diego Paz.
A pesar del nivel de esta misión y su supuesto plan de trabajo de tipo administrativo, la recibió Federico Franco, quien ocupa la presidencia de la República tras la destitución del mandatario Fernando Lugo, y también los presidentes del Senado y Cámara de Diputados.
En realidad, ante la oposición que encontró Insulza en el Comité Permanente para la constitución de una misión destinada a acompañar el proceso electoral hasta abril del 2013, éste decidió asumir personalmente el compromiso contraído en ese sentido con el actual gobierno paraguayo.
Por su parte, el aislado Ejecutivo de Paraguay decidió conceder la mayor importancia incluso a este primer grupo que deberá preparar las condiciones logísticas para la misión posterior, la cual se espera aquí a partir del próximo mes de noviembre.
Medios de prensa cercanos al gobierno de Franco y varios de sus funcionarios exaltaron la decisión personal tomada por Insulza y le conceden a esta avanzada la denominación de misión oficial aprobada por la OEA.
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