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AMPLIARLa tecnología y la publicidad de TV influyen en los juego de los niños

La tecnología y la publicidad de TV influyen en los juego de los niños

Los niños en edad escolar son los que más modificaron su juego influenciados por los cambios tecnológicos que los lleva a jugar solos o en red, en tanto los más pequeños, motivados por la publicidad televisiva, son los más consumidores de juguetes.

"Los niños en edad escolar son los que en verdad cambiaron la forma de jugar influidos por la era tecnológica", aseguró a Télam Adriana Franco, docente y coordinadora de la carrera de Especialización en Infancia y Niñez de la Universidad de Buenos Aires.

 Precisó que por lo general juegan solos o en red con `la Wi, la play o la compu`, aunque "muchas veces miran con cierta nostalgia y deseo los juguetes de sus hermanitos, pero pareciera avergonzarlos el jugar con juguetes después de los 8 ó 9 años".

En tanto, los más pequeños "estimulados por la publicidad, son los más consumidores de los juguetes, especialmente de aquellos que ven en los dibujos animados, con los que arman escenas y dramatizan los personajes favoritos".

"También disfrutan -añadió- de realizar dramatizaciones de la vida cotidiana, los típicos juegos de la mamá, el doctor, la maestra".

En los bebés, los juegos continúan siendo los más singulares porque ellos mismos "crean sus juguetes, transforman cualquier objeto en juguete, en `chiche`, a veces a pesar de los adultos que los llenan de los que consideran `verdaderos juguetes`, los que se venden como tales, y muchas veces son menos interesantes que aquellos que ellos mismos descubren".

En los bebés permanecen -además- esos juegos "constitutivos de subjetividad como el arrojar, a veces el traer, las escondidas con la mirada primero, tapándose y apareciendo luego, el juego con su propio cuerpo, con el descubrimiento de la voz, el encastre, el arrastrar objetos cuando ya pueden movilizarse".

Por su parte, la psicoanalista Olga Pilnik, del Centro Dos de Asistencia y Docencia, especialista en niños y adolescentes, coincidió en que hay una fuerte influencia de la tecnología en el juego de los chicos.

"Básicamente la tecnología atravesó la vida cotidiana de todos y de los niños también, es lo que está presente en la cultura, en esta época que les tocó crecer; no se trata de una elección, es lo que está en el contexto, y siempre los niños y los adolescentes toman lo que la época les ofrece", precisó Pilnik.

La especialista puntualizó que en el juego "siempre el niño interactúa", y aclaró que si bien "es cierto que la tecnología aporta al aislamiento, hay juegos interactivos, se pasan entre ellos juegos de computadora, o juegan en red".

En este sentido, dijo que "tampoco hay que dramatizar esto porque la tecnología impone un modo de lazo social nuevo, no es que desaparece el lazo social, queda afectado de una nueva manera".

"No necesariamente -acotó- la tecnología impone un aislamiento; si hay un aislamiento fuerte es porque hay componentes en la vida de ese niño, en su historia, en lo que le está pasando que causa ese aislamiento, la tecnología no es la causa".

Ambas especialistas hicieron hincapié en que el jugar no es sólo una forma de entretenimiento o recreación.

"El juego y el jugar no es sólo una forma de entretenimiento de los niños; el jugar es constitutivo de una subjetividad saludable y todo lo importante de la vida lo hemos aprendido jugando", aseguró Franco.

"Cuando los niños o adolescentes presentan inhibiciones para jugar estamos, probablemente, frente a alguna manifestación de patología", añadió.

Pilnik dijo que "el juego le arma su psiquis al niño; a través del juego va ubicando distintas cosas que tienen que ver con su crecimiento y desarrollo afectivo, intelectual y emotivo".

A través del juego "procesa distintas cosas que le pueden estar pasando como duelos, mudanzas, separaciones de los padres, nacimiento de un hermano; los eventos que pueden pasar en la vida de un niño, los metaboliza a través del juego, por eso es tan importante", enfatizó la psicoanalista.

Aseguró que "los chicos en todas las épocas se las arreglan, haya lo que haya en cada época para que el juego siga cumpliendo esta función, que tiene que ver con crecer afectiva e intelectualmente, y procesar lo que les pasa en la vida, sea con lo que sea, las bolitas o la computadora".

"Por eso es tan complicado cuando un niño no juega a nada porque se queda sin poder procesar lo que le está pasando, se queda sin recursos", advirtió Pilnik.