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Escrache por derecha contra un curso sobre salud reproductiva en Tucumán

Un equipo de Salud de la Nación comenzó ayer a dictar, en el MUNT, un curso de actualización a profesionales de la Maternidad sobre el protocolo sobre salud sexual y reproductiva y atención integral a víctimas de violencia sexual. Un grupo de organizaciones "pro-vida", no faltaron bussistas, se manifiestan contra la aplicación de este instrumento legal.

“Terrible el accionar de los grupos fundamentalistas que ingresaron al Museo de la Universidad durante el curso de actualización a profesionales sobre el protocolo sobre salud sexual y reproductiva y atención integral a víctimas de violencia sexual. Qué ironía que un representante de un partido que tiene como figura fundacional a un genocida se autodenomine a favor de la vida”, expresó en su facebook, Gustavo Díaz Fernández, quien pertenece al INADI, haciendo referencia a los bussistas que estuvieron como el concejal Claudio Viñas. 

Con bombos y sirenas, al patio del MUNT, donde un equipo del Ministerio de Salud de la Nación dicta un curso de actualización a profesionales de la Maternidad sobre el protocolo sobre salud sexual y reproductiva y atención integral a víctimas de violencia sexual, un grupo de organizaciones "pro-vida" se manifiestaron contra la aplicación de este instrumento legal. 

En el repudio al Programa Nacional de Guía Técnica ara la Atención Integral de los Abortos No Punibles, difundido por el Ministerio de Salud de la Nación se encontraban la Agrupación de Abogados Pro-vida, la Red de Familias, el legislador José Páez (de la Democracia Cristiana), el concejal Claudio Viñas (Fuerza Republicana), Dora Bianco (Bloque por Yerba Buena), entre otros manifestantes. 

Páez consideró que la ley sólo contempla la posibilidad de que se practique un aborto cuando corre peligro la vida de la madre, o cuando la víctima de una violación tiene retraso mental, y dijo que es ilegal la aplicación del protocolo hospitalario según el cual sólo hace falta la declaración de la mujer de que ha sido violada. 

"No se modificó el Código Penal, por lo tanto se le está pidiendo a los empleados de los hospitales que cometan un acto ilegal", dijo Páez. 

En marzo de este año, la Corte Suprema de Justicia de la Nación precisó el alcance del aborto no punible, y dijo que estos casos no deben ser judicializados. Interpretó el Código Penal diciendo que no resulta pasible de castigo penal la interrupción del embarazo proveniente de toda clase de violación y que cualquier caso de aborto no punible no está supeditado a trámite judicial. También exhortó a que se implementen los protocolos hospitalarios. 

En un frasco de formol 

Con este accionar se observa una actitud reaccionaria que va a contramarcha de los avances en materia de derechos humanos y leyes que contemplan la cuestión de género, resguardando a la mujer. En pleno siglo XXI pronunciarse contra el aborto no punible, como en el caso de una violación, carece de altura política, cultural y filosófica. Es como querer retroceder 200 años, quizás sea esa, precisamente, la edad del pensamiento de estos manifestantes. Parecería que esos cerebros quedaron conservados, impecablemente, en un frasco cubierto de formol.

Sebastián Ganzburg