Se trata de un nuevo adhesivo a base de harina de mandioca y glicerina para ser usado en el pegado de etiquetas de papel sobre envases de vidrio. Fue desarrollado por el Centro de INTI-Caucho.
De la fabricación de bio-diÉsel se produce un subproducto que es la glicerina, y que habitualmente es usado en la industria cosmética y farmacéutica, pero las cantidades generadas son demasiado grandes como para abastecer sólo estos rubros, por lo que desde el INTI se trabajó en encontrarle nuevos usos como así también darle un mayor agregado de valor a la harina de mandioca.
Sobre la base de la glicerina y la harina de mandioca que es muy rica en almidón, se preparó una formulación que permitió desarrollar un nuevo adhesivo biodegradable y no tóxico, cuyo uso es exclusivo para pegar papel en vidrios. Todas las pruebas de ensayo que se hicieron fueron satisfactorias, por ejemplo:
Resiste el test de balde, que consiste en colocar en
un balde con agua helada las botellas etiquetadas y luego de una hora la
etiqueta no debe salirse ni correrse
La etiqueta se remueve fácilmente, colocando simplemente la
botella unos minutos en un recipiente con agua natural, esto simplifica la
reutilización de las botellas. Este tipo de pruebas no las pasan aquellos
adhesivos que necesitan ser atacados con agentes químicos y mayores
tiempos de trabajos manuales, en este caso, simplemente sumergiéndola en
agua natural sale con facilidad una vez que se humecta.
Otra virtud que lo diferencia sustancialmente de los adhesivos naturales es que no produce hongos, se le han hecho las pruebas necesarias para confirmar que por ser un producto natural no tiene vencimiento.
Por otro lado el costo de este adhesivo es significativamente menor que cualquier otro adhesivo de base sintética utilizado para estos fines.
En los lugares donde se cultiva la mandioca como ser las provincias de Formosa, Chaco, Misiones, Salta y Jujuy, este desarrollo puede representar la posibilidad de que nuevos emprendedores puedan comenzar a producir este adhesivo único, innovador y biodegradable.
Su elaboración es muy sencilla, solo necesita de un equipo mezclador común de paletas. La idea es que se fabrique cerca de una empresa etiquetadora para así poder cerrar todo el proceso de la cadena productiva.
Existen un grupo importante de pequeños productores de biodiesel que no saben qué destino darle a la gran cantidad de glicerina que obtienen como subproducto. Uno de los objetivos de este desarrollo es juntar a los potenciales interesados en fabricar el nuevo adhesivo con esos pequeños productores para que le provean la glicerina y así completar la cadena productiva.
El INTI desea transferir este desarrollo el cual está a disposición de todos aquellos emprendedores residentes principalmente en el NOA y NEA del país, como así también exportar el paquete tecnológico a países que sean productores de mandioca.
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