La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cambió al responsable de la política de reforma agraria, en el marco de los reclamos en ese sentido por parte de los movimientos sociales de campesinos.
Rousseff publicó ayer el decreto en el Diario Oficial de la Unión sobre la salida del presidente del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Incra), Celso Lacerda, que será reemplazado por Mario Guedes.
La sustitución forma parte de la nueva política hacia el
sector de la agricultura familiar que le imprime Rousseff en su
gobierno, tras la designación, en abril, de Pepe Vargas como
ministro de Desarrollo Agrario.
"A partir de ahora honraré todos los compromisos con la
reforma agraria", dijo a la estatal Agencia Brasil el nuevo
presidente del Incra.
En 2011, primer año de Rousseff, el gobierno colocó en
asentamientos de la reforma agraria a a 22 familias, el número
más bajo de los últimos 17 años.
La mandataria respondió a las críticas del movimientos sin tierra y de cooperativas de campesinos que la reforma agraria no es solo distribuir tierras sino acercar infraestructura para asegurar el crecimiento económico del agricultor familiar.
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