Aunque no llueve la cantidad de cenizas de años anteriores, este fin de semana, los cañeros dieron rienda suelta a su inconciencia ambiental, realizaron quemas arbitrarias y varias ciudades tucumanas sufrieron las consecuencia. Los alérgicos, felices.
A pesar de que en los últimos años se viene trabajando bastante desde los organismos del Estado para erradicar la nefasta práctica de la quema de cañaverales, algunos productores continúan haciéndolo. Este fin de semana varias ciudades tucumanas sufrieron este flagelo. El viernes a la tarde comenzó la lluvia de cenizas que se extendió hasta el domingo, dejando los patios de las casas cubiertos de hollín.
Es importante realizar las denuncias, para esto se puede llamar a Defensa Civil a un número gratuito que es el 103. Todos los años se produce el mismo problema. Lo grave es que no solo se producen problemas de ambiente sino que se queman cables de alta tensión y se generan accidentes en las rutas.
Cuando la caña es quemada para el corte o para limpieza, se produce una contaminación del medio ambiente con diseminación de cenizas, humos y gases tóxicos, que amenazan a la población aledaña con enfermedades broncorrespiratorias, que afectan la calidad de vida del hombre, las plantas y los animales. Cosa que a varios cañeros los tiene sin cuidado, total ellos facturan. Irresponsabilidad productiva.
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