La asociación Boy Scouts de Estados Unidos decidió ayer su política de excluir a gays, luego de dos años de una evaluación confidencial para la revisión de esa medida, a la vez que descartó algún cambio en esa medida, reclamada sin embargo por 300.000 peticiones.
Un comité especial de once miembros de los Boy Scouts of America reafirmó su "no" definitivo a la inclusión de gays, en una decisión considerada como "la mejor política para los boy scouts".
Una petición con 300.000 firmas había sido entregad a la
dirigencia de la asociación, que reclamaban una mayor apertura a
los herederos de Baden Powell en relación con la homosexualidad.
El portavoz de la asociación en Dallas, Deron Smith, explicó
que la comisión aun "con diversas perspectivas y opiniones" fue
unánime al "recomendar que la política hasta aquí seguida por
Scout of America sea preservada".
"Con el país que avanza hacia una mayor inclusión, los líderes Boy Scout eligieron enseñar la división y la intolerancia", dijo comentó Chad Griffin, presidente de Human Rights Campaign, el más importante grupo para los derechos de los gays en Estados Unidos.
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