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17/07/2012 - Una historia de amor

Quieren adoptar por tercera vez a un bebé con síndrome de down

Rosario Guette tiene síndrome de Down y fue adoptada hace cinco años por una familia tucumana que, tras haber perdido a otro hijo con Down a causa de leucemia y tener hijos biológicos, decidió apostar nuevamente por esta opción al considerarla una “experiencia de amor maravillosa”.

“Yo creo que todo es un acto de amor. Mi hija de 16 años me dice que va a escribir conmigo un libro de personas valientes y yo le digo que hoy en día animarse a vivir ya exige una cuota de valentía”, explicó Fernanda Fonzo  en una entrevista con Télam donde cuenta cómo fue la decisión de volver a criar a una nena con Trisomía 21.

Ahora, junto con Sergio, su marido, son una familia numerosa; Candelaria de 16, Felipe de 10, Rosario de 5 y Benito, de 3 y no descartan una tercera adopción de otro bebé con síndrome de Down ya que están convencidos de que es una experiencia “espectacular”.

“Desde novios era una posibilidad adoptar. Teníamos una hijita y siempre habíamos pensando en una familia grande y no venía otro pequeño y yo no quería hacer tratamientos”, relató y añadió que “siempre pensando que de manera natural o por elección podía llegar un hijo especial”.

“Cuando fuimos al equipo de adopción nos preguntaron si estaba dentro de nuestras expectativas adoptar un nene con Down y no lo dudamos. Así llegó Eduardito, tenía 6 meses cuando lo adoptamos y conocerlo fue un amor de conquista permanente; al tiempo quedé embarazada de Felipe, ellos se llevaban poco tiempo y se hicieron inseparables”, contó.

Fonzo recordó los primeros pasos de esa adopción. Charlas, trámites y un aprendizaje mutuo: “Al principio fue aprenderlo todo;  cómo tratarlo, hacer la estimulación, en casa participar de juegos con sus hermanos. Aprender a tener paciencia, porque ellos tienen sus ritmos, su tiempos y animarnos a vivir de fiesta porque cada cosa que logran es una fiesta”.

En ese momento, el matrimonio y sus tres hijos se fueron a vivir a Mendoza y fue ahí cuando Eduardito se enfermó. Le dieron el diagnóstico en un par de semanas y confirmaron que tenía leucemia de Cromosoma Filadelfia.

“No sabíamos que los chicos con Down podían tener predisposición a ciertos tipos de enfermedades como tiroides o del corazón pero él siempre estuvo sano y muy bien. Cuando falleció nos quedó el dolor de su ausencia, pero por otro lado la experiencia inolvidable y el deseo de intentarlo de nuevo porque lo de Eduardito fue tan especial que quisimos repetirlo”, afirmó.

Fue en ese momento de tanto dolor que la pareja decidió volver a apostar por la adopción. Ahora ya no desde el descubrimiento sino desde la convicción que lo que elegían era una experiencia de amor. Tres años después llegó Rosarito a la familia Guette.

“Tuvimos mucha esperanza, confianza y fe en Dios. Una enfermedad puede tener cualquier hijo, de hecho Rosarito tiene dos cardiopatías. Yo siempre pienso que todo niño merece tener una familia y si uno está abierto a dar y recibir el amor de estos niños, no hay que privarse de eso”, explicó Fernanda.

Pero ante la pregunta sobre cómo pudo haber afectado el miedo, su marido, Sergio, se sinceró: “Hasta que Rosario cumplió 5 años tuve temor, si bien uno trataba de no pensar, se me venía a la cabeza que podía llegar a suceder algo. Pero nunca dudé de volver a adoptar por lo que ocurrió”.

Rosario va al colegio parroquial El Salvador que es la primera vez que hace integración, y asiste a la fonoaudióloga, terapia ocupacional y a la psicopedagoga. También empezó a tomar clases de Danza.

Pese al apoyo de la familia cercana, muchas personas los cuestionaron por la decisión de volver a adoptar un niño con síndrome de Down. La respuesta de Fernanda fue contundente: “No hay razones para el amor, con el amor no se negocia, se entrega naturalmente”.

 Por su parte, Sergio reflexionó: “Yo les diría a todos que se animen a adoptar y a adoptar a un chico especial que no es de locos, a la semana te das cuenta que no estás loco, sino que perdiste mucho tiempo en no hacerlo. Tener una niña Down es una bendición”.

El matrimonio comenzó a acercarse a otros padres y conformaron un grupo que con el tiempo se convirtió en la fundación Down is Up, desde donde cumplen el rol de visitadores de los padres primerizos.

“Cuando vamos a visitar a los padres a los hospitales, vemos que al principio están todos mal, parece que hubiera muerto alguien y vos al tiempo ves que esa familia es otra”, manifestó Guette. 


Identificación de Personas Desaparecidas

Si tenés un familiar victima de desaparición forzada y aun no diste tu muestra de sangre lo podés hacer ahora y ayuda a identificarlo.La toma de muestras son gratuitas, hechas por el Equipo Argentino de Antropología Forense dentro de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas. Llama e 0800-333-2334, de lSec. DDHH Tuc. –Juzgados Federales 1 y 2 Tucumán.



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