Desde hace años que se escuchan miles de historias sobre la limpieza que existen en otras ciudades. En Tucumán sus habitantes alaban eso y critican la suciedad de la ciudad.
¡Que calidad para sorprenderse con lo visto en otro lado y criticar lo que hace a diario!
Subir al ómnibus y observar lo sucio que estos están ya en la segunda vuelta de su recorrido diario sorprende. Desde ahí el pasajero ya va ensuciando su hábitat cotidiano. “Total lo uso un rato”, deben pensar. Para que decir lo que pasa cuando caminamos.. Hay que esquivar toda clase de obstáculos mugrientos dejados en las veredas.
En el microcentro los que reparten volantes apabullan. Si a los pocos metros se lo tira al piso ¿Para que recibirlos?. Los cestos papeleros y los enormes contenedores siempre están llenos y en algunos sectores de la ciudad escasean. En la mayoría de los barrios la mugre los tiene “encerrados” a sus habitantes.
Colocar la basura y los que ya no se usa en lugares apropiados es una tarea de lo más sencilla. ¿ Aque se debe que no se la practica con más frecuencia?.
Es un problema cultural dicen algunos hipócritas y desparraman papeles por donde caminan. “Ahh , pero en otras provincia la limpieza abruma” cuentan muchos. “No podes tirar nada fuera de los cestos” , dicen admirados. Entonces ¡Hacé lo mismo en tu casa”. Si, San Miguel de Tucumán es tu casa también. Cuidala, no la ensucies.
La zona más sucia de la ciudad es el centro. Parece que muchos vienen solo a ensuciar o a imitar lo que hacen en sus hogares. Penoso pero real.
Espero que con esta nota de opinión alguien no me tilde de reaccionario. Pero si lo hace está en su derecho: lo bueno sería que desde donde lo haga no ensucie.
Daniel A.
Villalba
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