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AMPLIAREl beber preferentemente agua natural, contribuye a reducir la ingesta de calorías innecesarias

Alertan sobre bajo consumo de agua natural en dietas argentinas

La Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) alertó que en el país se toma poca agua natural y se incorpora más a las dietas distintas bebidas azucaradas, que causan un aumento en los niveles de sobrepeso.

La SAN presentó un documento elaborado por un panel de expertos en hidratación, nutrición, obesidad y deporte, en el que se reiteró que el 53,4% de los argentinos padece sobrepeso u obesidad y añadió que el beber preferentemente agua natural, contribuye a reducir la ingesta de calorías innecesarias.

Edgardo Ridner, presidente de la SAN, sostuvo que "los argentinos toman una cantidad adecuada de líquido por día, pero el problema es que, según reveló el estudio HidratAR, apenas el 21% del líquido diario proviene de agua pura, que es lo mejor para el organismo". 

Ridner insistió que "más de la mitad del líquido ingerido son bebidas e infusiones con azúcar, que son calorías innecesarias". 

La ingesta excesiva de esas calorías a través de la hidratación preocupa a los especialistas por el impacto sobre el estado nutricional de los argentinos y aconsejan el beber agua, como una estrategia para el descenso de peso. 

Mónica Katz, directora del Posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro, opinó que "tomar agua es perder peso" y explicó que "si una persona tomara 1,5 litro de agua por día, en un año quemaría 17.400 calorías, cifra que causaría una pérdida de 2,5 kilogramos". 

Sostuvo que "dado que aumenta la saciedad, beber agua con gas es inclusive mejor, siempre que una persona no padezca de acidez, úlcera o hernia hiatal". 

La SAN recomendó una ingesta de líquidos de 2 a 2,5 litros por día y no hay un límite máximo de ingesta para el agua. 

 Esa recomendación no incluye el agua que aporten alimentos líquidos tales como lácteos, sopas o jugos exprimidos. 

Katz precisó que "varios mecanismos explican por qué el líquido contribuye al descenso de peso, pero básicamente, el agua ocupa un lugar en el estómago, lo cual produce una sensación de saciedad mecánica". 

Además, destacó que "el agua diluye la concentración de sales en la sangre, estimula el sistema nervioso simpático, lo que dispara la producción de noradrenalina y, con ella, la degradación de lípidos y aumenta la liberación de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor ligado a la sensación de recompensa". 

Explicó que "también el beber agua fría obliga al organismo a invertir energía en calentarla hasta los 37 grados del cuerpo, lo que implica un gasto extra de unas 100 calorías". 

Sergio Britos, profesor de la Escuela de Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA, señaló que el mercado argentino "cuenta con una gran oferta de bebidas muy ricas en calorías sin valor nutricional". 

Britos consideró que "la población consume una gran cantidad de calorías dispensables con los alimentos y las bebidas, incorporando azúcares y grasas de mala calidad que no son necesarios para nutrirse, pero que generan un aumento de peso". 

Alertó que "es preocupante el bajo consumo de agua en niños y los excesivos niveles de azúcar" e indicó que "entre todas las fuentes posibles de bebidas, no menos de 8 vasos debería ser la medida de agua pura a consumir, mientras que en términos de bebidas azucaradas, las mismas no deberían superar los 250 ml diarios". 

El agua constituye alrededor del 60 por ciento del cuerpo adulto y los músculos, el cerebro, las células y la sangre están compuestos por agua en una proporción equilibrada para mantener la salud. 

El líquido ayuda a llevar los nutrientes y el oxígeno a las células, y también a eliminar los residuos producidos por éstas durante el metabolismo normal. 

El agua del organismo proviene en un 80 por ciento de los líquidos ingeridos, y en un 20 por ciento del agua contenida en alimentos, especialmente en vegetales y frutas. 

Tomar poca agua o perderla rápidamente son caminos que conducen igualmente a la deshidratación, y cuando el organismo elimina un 2% de su peso en agua, la salud se pone en peligro.