Los pescadores artesanales chilenos protestaron ayer contra la nueva ley de Pesca que impulsa el gobierno de Sebastián Piñera, que regirá la actividad en los próximos 20 años y establece una nueva repartición de las cuotas vigentes.
Los manifestantes radicalizaron sus acciones hoy tras la aprobación de la normativa a las 5 locales (9 GMT) en la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, que discutió cada una de las 300 indicaciones del nuevo proyecto por más de 15 horas.
Los trabajadores denunciaron que la nueva norma aumentará la concentración de la actividad a favor de la industria y acabará con ellos, pues establece que los derechos de pesca de las grandes empresas podrán entregarse a perpetuidad y ser heredables.
"El gobierno armó una ley a medida de los grandes empresarios
pesqueros de este país. Es una ley restrictiva para los
pescadores artesanales y no para los grandes industriales",
afirmó Alberto Millaquén, dirigente pesquero de Quellón, cuyo
puerto fue ocupado ayer por manifestantes.
Los pescadores aseguran que la iniciativa, impulsada por el
ministro de Economía, Pablo Longueira, agudizará la
concentración a favor de siete familias de grandes industriales,
que continuarán sobreexplotando los recursos marinos y
condenarán al sector artesanal a la desaparición.
En sus demandas los pescadores artesanales abogan por "la
entrada de nuevos actores al sector industrial, lo que generará
mejores precios de compra para nuestros productos".
También reclaman que se imponga mayor justicia al sistema y se obligue a los industriales a pagar por la asignación de cuotas de pesca y así aumentar también la competencia.
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