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AMPLIARMineros llegando a la Puerta del Sol

Mineros españoles protagonizan una "marcha negra"

La "marcha negra" de los mineros españoles trajo este martes a Madrid las protestas contra los recortes al sector decididos por el gobierno español, con una marcha nocturna que iluminó la noche madrileña, a la espera de una multitudinaria manifestación para hoy, a la que se sumarán diversos sectores.

Ataviados con sus trajes de trabajo y las linternas de sus cascos encendidas, los mineros, con camisetas en las que se podía leer "sí a la reactivación de las comarcas mineras" o "no al cierre de la minería del carbón", recorrieron el centro de Madrid desde la ciudad universitaria para llegar a la emblemática Puerta del Sol.

Los mineros, que llegaron a Madrid procedentes de las regiones de Asturias, Castilla y León y Aragón (norte) tras recorrer a pie unos 400 kilómetros en las últimas dos semanas, habían entrado poco antes en la capital pasando por delante del Palacio de La Moncloa, residencia oficial del jefe del gobierno, Mariano Rajoy.

Los cuatrocientos mineros, al grito de "¡somos mineros, no terroristas!" o "¡estos son, aquí están los que sacan el carbón!", iniciaron la marcha, acompañados por miles de madrileños.

"A ver si el esfuerzo que hemos hecho tiene su recompensa, aunque no lo tengo claro", afirma Félix López, un minero aragonés de 46 años, que lleva diez meses trabajando en la mina.

López había llegado por la mañana con una columna de mineros desde Aragón, que cruzó algunas de las principales calles del noroeste de la capital antes de reunirse con sus compañeros de Asturias y Castilla y León.

Su avance por las calles madrileñas fue saludado con toques de claxon de los coches e, incluso, algunos vehículos de bomberos hicieron sonar sus sirenas a su paso.

"Tenemos que concienciar a este gobierno que las comarcas mineras tienen que subsitir y el carbón también, porque es una energía autóctona, que viene bien al país y es barata", añade Antonio Risco, minero prejubilado procedente de la comarca minera del Guadiato de Peñarroya.

"Si cierran esto, no hay nada, han estado muchos años para reindustrializar y no han hecho nada, si cierran la mina, nos echan fuera y a dónde vamos a ir, si no hay nada", dice, por su parte, Francisco Martín, minero de Ariño (norte), de 35 años.

El gobierno español, en un intento de reducir el déficit público, decidió recortar un 63% las ayudas públicas al sector este año, pasando de los 301 millones de euros de 2011 a 111 millones, algo que, según los mineros, amenaza directa o indirectamente unos 30.000 puestos de trabajo, y condena a las minas españolas a cerrar más rápido de lo previsto.

En restructuración desde hace 20 años, las minas de carbón españolas han ido cerrando poco a poco. Unas cuarenta están aún activas, principalmente en el norte del país, y emplean a alrededor de 8.000 mineros.

Pero el carbón español, más caro que el importado, depende de las subvenciones del Estado, que deberán terminar de aquí a 2018 por decisión de Bruselas.

"Las minas son rentables, puede haber alguna que no lo sea, pero el carbón en España es rentable, que no nos vengan con milongas de que el que traen de 8.000 km es más barato", cree Manuel Cinoceda, un minero prejubilado de 55 años de Teruel.

"Si no hay ahora 160 millones para que siga, ¿qué nos van a dar hasta 2018? Si no pedimos nada, ¡que le van a dar a Bankia 20.000 millones!", se indigna Martín.

Tras la marcha noctura, los mineros esperan mostrar toda su fuerza el miércoles en una multitudinaria manifestación, en la que esperan reunir a unas 25.000 personas.