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AMPLIAREl conflicto ya produjo cinco muertes

Comisión de la Iglesia comenzó diálogo por minería en Cajamarca

Dos sacerdotes católicos comenzaron ayer, en un clima de creciente tensión popular, su labor de mediadores entre el gobierno del presidente Ollanta Humala y las autoridades regionales de Cajamarca, departamento del norte andino de Perú, donde prosiguen las protestas contra el proyecto minero Conga.

La oposición al proyecto Minas Conga, desatada en noviembre del año pasado, derivó recientemente en nuevos enfrentamientos entre pobladores y la Policía Nacional que provocaron cinco muertos.

Los sacerdotes Miguel Cabrejos y Gastón Garatea, quienes aceptaron el pedido del gobierno de Humala para mediar a título personal, y no en nombre de la Iglesia, dialogaron por más de dos horas con el presidente de la Región Cajamarca, Gregorio Santos, quien lidera desde 2011 las protestas contra el proyecto Conga, que ejecuta la empresa local Yanacocha y la transnacional Newmont.

La mediación de los sacerdotes es precedida por la ruptura del diálogo entre el gobierno de Humala y el gobierno regional de Santos, quien ha reclamando insistentemente la cancelación del proyecto minero, a pesar de que ha sido autorizado por el gobierno federal. Mientras se instalaba la llamada "mesa de escucha", decenas de residentes en Cajamarca lanzaron gritos en contra del presidente Humala y de la ejecución del proyecto, tales como "Ollanta asesino" y "Conga no va".

La presencia de los vecinos generó un clima tenso por varios minutos en las adyacencias de la sede de la iglesia presbiteriana, donde se instaló la mesa de mediación.

Cabrejos, arzobispo de Trujillo y ex presidente de la Conferencia Episcopal peruana, y Garatea, a quien no se le renovó su licencia ministerial en mayo pasado, mantuvieron un encuentro con los representantes "antimineros", tras compartir un desayuno en el centro de la ciudad.

Los dos sacerdote declararon en conferencia de prensa que están conformes con lo que se ha conversado en las primeras rondas de negociación y que ahora la tarea es recuperar la confianza. "Tenemos que devolver la confianza o tenemos que devolvernos mutuamente la confianza. Si la perdemos se pierde todo", declaró Cabrejos, quien fue elegido por el gobierno para escuchar a Santos y a los alcaldes provinciales y distritales de las zonas de influencia de la mina, unos 900 kilómetros al noreste de Lima.

Cabrejos calificó la primera reunión del lunes como "muy buena" y afirmó que todas las autoridades y representantes de colectivos "han hablado". "Esta es la primera reunión, espero que no se rompa otra vez el diálogo y que estas sesiones de trabajo continúen", expresó Cabrejos, aparentemente optimista en relación al futuro del diálogo con Santos y los dirigentes que se oponen al proyecto minero de exploración y extracción de oro.

Garatea agregó que la mesa de negociación o de "escucha" es "una carretera que va por buen camino" y pronosticó que "después, le podremos poner el motor, nos parece importante ir despacio y dar pasos seguros".

Ambos, dijeron, visitarán en los próximos días las zonas de influencia del proyecto Conga.

La "mesa de escucha" se ha instalado en medio del "Estado de emergencia por 60 días" impuesto por el gobierno nacional en tres provincias cajamarquinas, entre ellas la de Celendín, donde enfrentamientos entre manifestantes antimineros y la policía dejaron cinco muertos, recientemente.

Cajamarca cumple un "paro regional" en contra de Conga desde el 1 de junio, para demandar al gobierno del presidente Humala la cancelación del proyecto minero.