"Yo soy católico, pero estoy decepcionado de la Iglesia Católica. En Paraguay, fue la primera en reconocer al Gobierno de Franco. Y la semana pasada, en Bolivia, bendijeron el motín policial".
En una entrevista con Radio Nacional, el presidente boliviano,
Evo Morales, lanzó duros conceptos contra la Iglesia Católica a partir
del accionar de sus representantes tras el golpe en Paraguay y durante
la sublevación policial en Bolivia.
Además, el presidente
ejemplificó: "Cuando el pueblo está arrinconado por el estado colonial,
no aparece la Iglesia Católica. Pero cuando el pueblo arrincona al
estado colonial, aparece el padre orando por los dirigentes. Lo viví yo
como dirigente sindical".
En diálogo con el periodista Rodrigo Sepúlveda, Morales se mostró
solidarios con Fernando Lugo y feliz por la reacción internacional.
"Lugo para mí sigue siendo el presidente de Paraguay. Tengo una profunda
estima por el padre Lugo", agregó.
"Pareciera ser que grupos
internos, y especialmente externos, tratan de frenar transformaciones
democráticas en la región", evaluó, antes de acusar a Federico Franco de
conspirar con la oposición boliviana para desestabilizar a su gobierno.
Por
último, Morales remarcó que hay consenso entre los países de Unasur
para aplicar sanciones políticas a Paraguay, sin castigos económicos
propiamente dicho. "Hay consenso para acción política, pero no tanto
para acción económica", dijo.
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