La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, celebró ayer el consenso logrado entre los negociadores en la conferencia Rio+20 y dijo que ya superó a las anteriores reuniones sobre medio ambiente y desarollo sustentable, como la cumbre de cambio climático de Copenhague en 2009.
Rousseff, aprovechó su discurso en la ceremonia de apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, Río +20, para enviar un mensaje a los países desarrollados que están en contra de la creación de un fondo para financiar el desarrollo sostenible en las naciones más pobres.
La
transferencia de las industrias más contaminantes, de Norte a Sur del
mundo, puso las economías desarrolladas hacia una producción más limpia
en cuenta. Pero dejó una pesada carga y dar cuenta de los países en desarrollo socio-ambientales. La
promesa de los fondos del mundo desarrollado al mundo en desarrollo con
miras a la adaptación y mitigación todavía tiene que materializarse en
los niveles prometidos y necesarios ", dijo el presidente.
Dilma
también recordó que el principio de responsabilidades comunes pero
diferenciadas, en la que los países ricos tienen una mayor
responsabilidad a los pobres en la promoción del desarrollo sostenible
", ha menudo se les niega en la práctica."
En
su discurso, la presidente también dijo que los compromisos para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, establecidos por
el Protocolo de Kyoto, no se han cumplido, y que los muchos logros de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y
Desarrollo, Río 92, quedan en el papel. "Tenemos la responsabilidad de actuar para cambiar eso."
SegúnRousseff , en este escenario de crisis económica mundial, la tentación de
seguir los intereses nacionales por encima de los problemas mundiales es
fuerte. "La voluntad política de los acuerdos de unión es muy frágil. No podemos permitir que eso suceda ", señaló.
La mandataria también dijo que el modelo de desarrollo de Brasil, que se
está moviendo hacia la sostenibilidad, el país se compromete a exigir
más ayuda de los países desarrollados.
En su evaluación, el documento final de los avances traídos de Río +20, incluida la introducción de la erradicación de la pobreza como un problema mundial, el pionero de hablar de la igualdad racial, la creación del Foro de Alto Nivel para abordar el desarrollo sostenible a nivel mundial, el fortalecimiento de el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el reconocimiento de que el Producto Interno Bruto (PIB) es insuficiente para medir la riqueza de los países.
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