Los jóvenes conforman hoy en Cuba el 19% de los 385.775 privados en 181 oficios autorizados para el sector, una proporción que, aunque baja, posibilita la disminución de las personas entre los 18 y los 35 años que en Cuba no estudian o están desempleados.
José Barreiro, viceministro del Trabajo y Seguridad Social, dijo al diario nacional Juventud Rebelde que de los 73.118 jóvenes incorporados al trabajo por cuenta propia desde 2010 hasta ahora, 43 967 estaban "desvinculados" del estudio y el trabajo.
Uno de los jóvenes convertido en "cuentapropista " es
Enrique, de La Habana
quien dijo a ANSA que "estoy ganando dinero. Me hacía falta. Me cansé de
pedirle a mi madre. Desde que mi padre se fue del país soy el hombre de la
casa".
El chico trabaja como ayudante de un tío que vende comida rápida en las afueras de La Habana. Enrique matriculó cuando tenía 16 años de edad en una escuela de oficios de la ciudad "pero no me gustaba" y la dejó, confesó.
"Me habría gustado aprender la carpintería", explicó.
Antes de que el cuentapropismo se expandiera en el país impulsado
por decisiones del gobierno aplicadas desde 2010, el joven que terminó el
último año de la escuela Secundaria Básica sin aprobarlo, para conseguir dinero
hacía "lo que se presentara", entre estas ventas en el mercado
ilegal. De acuerdo con el artículo del diario nacional la cifra de
"cuentapropistas" juveniles hace el 19% del total de integrados al
trabajo privado una proporción aún baja pero que ya muestra otra opción para
los jóvenes "desvinculados".
En el área rural, de los 166.247 ciudadanos que son nuevos
granjeros tras recibir por un decreto del gobierno en 2008 en usufructo tierras
estatales que estaban ociosas, 11.121 son jóvenes entre 18 y 25 años, que representan
el 7%; y 32.816 de 26 a
35 años, el 19,7, según Pedro Olivera Gutiérrez, director del Centro Nacional
de Control de la Tierra.
El reportaje describió la vida de un joven de 22 años de edad,
técnico de nivel medio en Electrónica, antes de conseguir un empleo privado:
"Necesitaba que el día tuviera más de 24 horas para desandar las calles...
en busca de sus clientes habituales y otros nuevos que pudieran surgir. El
tiempo nunca alcanzaba. Sobre todo, cuando tenía que "burlar" la
vigilancia de las autoridades, porque su trabajo como vendedor de discos de
música y películas era ilegal". Un sondeo que el diario hizo entre 90
jóvenes de La Habana,
capital del país, Villa Clara, centro, y Holguín y Santiago de Cuba en el este,
reflejó que la mayoría estimó que el trabajo privado "es una buena
alternativa". Enrique está de acuerdo porque "no quiero perder más el
tiempo sentado en la esquina y quiero tener mi propio negocio", aseguró.
Cifras publicadas por la página en Internet del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores, presentadas ante la ONU a inicios de 2012, indican que 2.294.707, la quinta parte del total de la población, es joven en el caso de Cuba. Las leyes cubanas permiten el trabajo después que se cumplen los 17 años de edad.
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