“La incorporación de los alimentos a partir de los 6 meses es un momento crítico para el niño, ya que no solo tiene que aprender a comer, sino que tiene que conocer nuevas texturas y sabores, que deben ser incorporados paulatinamente, asegura la doctora Meni Battaglia, asesora médica de la Asociación de Empresas de Nutrición Infantil.
La cocción juega un rol fundamental, ya que el consumo de alimentos contaminados es un foco de infección para todos los niños.
Si bien una de las patologías más conocidas es el Síndrome Urémico Hemolítico (habitualmente relacionado con las hamburguesas), la bacteria que produce esta patología está presente en un alto porcentaje de carnes, que solo es eliminada ante una cocción adecuada. Por esta razón, la cocción debe ser pareja en las superficies y en el centro, no debe quedar el centro rojo o “jugoso”. Otro punto importante es la contaminación cruzada al momento de preparar los alimentos; no solo hay que tener cuidado con las tablas, sino que también hay que tenerlo con los cuchillos, tenedores y demás utensilios, ya que pueden ser un foco de contaminación.” , señala la doctora Battaglia.
10 Reglas de oro sobre los alimentos para niños
1. Lactancia Materna
La leche materna es el primer alimento para los lactantes. Se recomienda iniciar la lactancia materna en la primera hora de vida, y mantenerla como única forma de alimentación durante los 6 meses siguientes.A partir de entonces se recomienda seguir con la lactancia materna hasta los 2 años o más, complementada adecuadamente con otros alimentos, ya que la leche materna deja de ser suficiente para atender las necesidades nutricionales del lactante.
2. Cocinar bien los alimentos
Muchos alimentos crudos (en particular el pollo y la carne) pueden estar contaminados por agentes patógenos. Estos pueden eliminarse si se cocina bien el alimento.
3. Consumir inmediatamente los alimentos cocinados
Cuando los alimentos cocinados se enfrían a la temperatura ambiente, los microbios empiezan a proliferar. Cuanto más se espera antes de consumirlos, mayor es el riesgo de contaminación. Para no correr riesgos, conviene comer los alimentos inmediatamente después de cocinarlos.
4. Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados
Si se quiere tener en reserva alimentos cocidos, o simplemente guardar las sobras, hay que prever su almacenamiento. En el caso de alimentos para lactantes, lo mejor es no guardarlos. Si los alimentos cocidos no se pueden enfriar por dentro tan deprisa como sería de desear, y la parte central del alimento sigue caliente demasiado tiempo, los microbios pueden proliferar y alcanzar rápidamente una concentración susceptible de causar enfermedades.
5. Recalentar bien los alimentos cocinados
Esta regla es la mejor medida de protección contra los microbios que pueden haber proliferado durante su almacenamiento. Un buen recalentamiento implica que todas las partes del alimento alcancen al menos una temperatura de 70° C.
6. Evitar el contacto entre alimentos crudos y cocidos
Un alimento bien cocido puede contaminarse si tieneel más mínimo contacto con alimentos crudos. Esta contaminación cruzada puede ser directa, como sucede con la carne cruda de pollo o de vaca queentra en contacto con alimentos cocidos. La contaminación también puede ser indirecta por ejemplo, no hay que preparar jamás un pollo crudo y utilizar después la misma tabla y el mismo cuchillo para cortar el ave cocida; porque podrían reaparecer los riesgos de contaminación microbiana.
7. Lavarse bien las manos:
Hay que lavarse bien las manos antes de empezar a preparar los alimentos y después de cualquier interrupción (en particular si se hace para cambiar al niño los pañales o ir al baño). Si se ha estado preparando alimentos crudos, como pescado, carne, o pollo, habrá que lavarse las manos antes de manipular otros productos alimenticios.
8. Mantener limpias todas las superficies de la cocina
Como los alimentos se contaminan fácilmente, conviene mantener perfectamente limpias todas las superficies utilizadas para prepararlos.
No hay que olvidar que cualquier desperdicio, migaja o mancha puede ser reservorio de gérmenes. Los paños que entren en contacto con platos o utensilios se deben mantener limpios y desinfectados.
9. Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales
La mejor medida de protección es guardar los alimentos en recipientes bien cerrados.
10. Utilizar agua potable
El agua potable es tan importante para preparar los alimentos como para beber. Si el suministro hídrico no inspira confianza, conviene hervir antes de añadirla a los alimentos o de transformarla en hielo para refrescar bebidas. Importa sobre todo tener cuidado con el agua utilizada para preparar la comida de los lactantes.
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