Con la presencia del titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela De Carlotto, las comisiones de Libertad de Expresión, Derechos Humanos y Comunicaciones escucharon el testimonio de periodistas que fueron agredidos en las últimas semanas, y aprobaron en este sentido un proyecto de repudio.
Adrián Subelza, de Crónica, detalló que mientras “una patota de 100
personas” impedía que familiares de Celeste Morales se manifestara
frente al Hospital Claudio Zin, unas 30 personas lo acusaron de ejercer
“una maniobra política contra el intendente (de Malvinas Argentinas)
Jesús Cariglino”.
Por la agencia Télam, Julio Mosle reconoció
que “la Policía Bonaerense no hizo absolutamente nada mientras le
pegaban a periodistas y familiares”, además de denunciar que “una patota
quiso eliminar cualquier rastro de imágenes” de la movilización. Su par
Federico Molinari informó que fue “un desaparecido por varios minutos”
al ser “paseado por las comisarías”.
La fotógrafa del mismo
medio Florencia Daunes recordó que "se vivió un momento muy tenso” y
advirtió: “Es terrible no poder hacer nuestro trabajo. Esperemos que los
culpables sean detenidos”.
Luego, el periodista del programa
“La Cornisa” (América) Ignacio Girón relató el violento episodio vivido
durante un “cacerolazo” en la Ciudad la semana pasada junto a
periodistas de “Duro de domar” (Canal 9), y pidió también revertir las
agresiones a periodistas en el interior del país.
De la misma
manifestación fue víctima Lucas Martínez, de “6,7,8”, quien denunció
“agresiones físicas muy violentas” tanto hacia él como hacia el
fotógrafo allí presente.
También concurrieron a la reunión,
entre otros, el director de Tiempo Argentino Roberto Caballero, y el
fotógrafo Mariano Vega; la editora de Página/12 Nora Veiras; el director
de Radio Provincia Roberto Zarlenga; la periodista de “6,7,8” Mariana
Moyano y representantes de la Federación Argentina de Trabajadores de
Prensa (FATPREN).
El repudio de los diputados
Ocho
proyectos de repudio hacia estas agresiones fueron unificados en el
dictamen que firmaron este martes los diputados de la Comisión de
Libertad de Expresión.
Leonardo Grosso (FpV) lanzó que “hay
algunos intendentes que todavía no entendieron que la democracia llegó
hace mucho a la Argentina”, al tiempo que pidió “hacer pública la
violencia institucional”.
Por su parte, Patricia Bullrich (Unión
por Todos) pidió, aunque sin éxito, que el Cuerpo también incluya en la
manifestación de repudio otros casos anteriores de violencia hacia
periodistas.
La oficialista Carmen Nebreda cargó contra la
oposición y celebró “la mayoría real, y no inventada” del oficialismo al
dar quórum y habilitar el debate de estos temas. Gerardo Milman (Gen)
le respondió: “La defensa de la libertad de expresión no es un problema
de mayorías y minorías”, sostuvo.
Su par Horacio Pietragalla
consideró que hay un “problema de intolerancia” y que “quedó claro a
quién respondió el cacerolazo”. Por su parte, Victoria Donda (Libres del
Sur) advirtió que “en este país la violencia no tiene una sola
camiseta” y, en este sentido, señaló “la obligación de repudiar a
cualquier patota, sea cual sea la camiseta que tenga puesta”. Asimismo,
la radical María Luisa Storani opinó que “no debemos hacer partidismos
por estos temas.
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