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AMPLIARDureza de Dilma contra el doble discurso europeo

Rousseff marca contrapunto con Europa de cara a Rio+20

La presidenta Dilma Rousseff afirmó ayer que Brasil tiene un modelo de desarrollo sostenido para ofrecer al mundo en la conferencia de la ONU Rio+20 y anticipó parte de la batalla sobre medio ambiente, al comparar a Sudamérica, por preservar el 80% de la selva amazónica, con Europa, que mantiene apenas el 10% de sus bosques originales.

La declaración de Rousseff, en vistas del inicio el miércoles de la conferencia en Rio de Janeiro que irá hasta el 22 de junio, se produce cuando el 75% del documento final de la conferencia carece de acuerdos, sobre todo entre las potencias industrializadas y los emergentes.

"Hoy más del 80% de la selva amazónica está preservada y eso no ocurre en ningún lugar del mundo. Por ejemplo, en la mayoría de los países de Europa, queda algo del 10% en torno de los bosques nativos", afirmó Rousseff, anfitriona de la conferencia ambiental que se inicia el miércoles en Rio de Janeiro.

Uno de los puntos que negocian los diplomáticos en el documento de la ONU es quién debe financiar más los proyectos de desarrollo sustentable y cómo, a partir de una serie de metas y de acciones a ser implementadas después de 2015.

Rousseff hizo la comparación con Europa en el marco de las discusiones de los diplomáticos en la Rio+20 sobre los aportes que los países industrializados y los emergentes en materia de desarrollo sostenible, que podrían hacer fracasar un documento final con compromisos concretos.

El medio ambiente y el traspaso de la economía industrial hacia una 'economía verde' que tratará Rio+20 contrasta, como dijo el presidente francés, Francoise Hollande, con temas centrales mundiales como la crisis económica en Europa, el programa nuclear iraní y el conflicto interno de Siria. Para la comisaria de acción climática de la Unión Europea, Connie Hedegaard, "el mundo debe ver ahora un paradigma de interdependencia, sin la disputa Norte-Sur", ya que según ella los países emergentes como China, segunda potencia económica, también debe asumir responsabilidades ambientales.

"La transición hacia la economía verde deben financiarla no apenas los países occidentales, China también debe asumir compromisos", dijo Hedegaard al diario Valor.

A la par de Rio+20, organizaciones sociales y ambientalistas realizan en el Aterro de Flamengo realizarán 800 actividades y elevarán un pedido a la cumbre de 115 gobernantes, entre ellos abandonar la idea de que la economía verde deba regirse dentro del mercado financiero y sí en una disminución de los niveles de consumo y cambios de comportamiento que comiencen por los gobiernos y las corporaciones.