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AMPLIARJulie de dublin, de Zigou

Historias mínimas de Tucumán: ¿Hay pocas damas?

Recorrer la ciudad nos hace descubrir los comportamientos habituales de los habitantes del Jardín de la República. Comportarse como una dama, talvez sea solo una etiqueta social. Una de mis percepciones de los últimos tiempos, es la escasa cantidad de damas que circulan. No es una denuncia machista sino la apreciación de un caballero.

La situación la vengo observando en diversos sitios públicos y privados

Por supuesto que en este último no me voy a meter puesto que cada uno hace y aguanta lo que quiere en la convivencia privada.

Pero en lo público las damas están desapareciendo. No se encuentran muchas que tengan comportamientos como tales. Basta con solo observar su andar, bello por cierto, por las calles atropellando a cualquiera que venga de frente sin importarle edad o sexo. Siguen caminando y conversando como si fueran las únicas que lo hacen por la  Ciudad Histórica. En las paradas de los colectivos se colocan en cualquier lugar menos en el que les corresponde. Arriba, aaah ahí si, son muy mal educadas. No respetan ni a sus pares. Se hacen las distraídas cuando suben embarazadas, adultos mayores, niños pequeños o un vecino anciano. Ni el amague hacen de ceder asiento. El chofer tiene que pedirles por favor que lo hagan. Una pena. 

Ahora si se debe hacer un trámite en cualquier organismo público , olvídese ,sufra y aguante cualquier maltrato verbal o de atención. La desaprensión hacia el prójimo, necesitado de ellas,  es muy alta.

Estos ejemplos son solo eso. No quiere decir que las damas no existen, solo que yo no las veo muy seguido y eso me preocupa bastante.

La actitud tiene mucho que ver .No solo el ser mujer les da derecho a  no comportarse como una dama , aunque a muchos estos les parezca solo una etiqueta social. No es una posición machista sino de un caballero que no podría vivir ni un segundo sin no existieran las mujeres.

Si las mujerers ya tienen la belleza ,  la capacidad para despertar  sentimientos tan hermosos como el amor y todas las emociones que eso acompaña, porque a ese cúmulo de beneficios no suman las buenas costumbres.

En este mundo donde la igualdad de género es lo mejor que está sucediendo también es lindo que mujeres y varones se den cuenta que en definitiva ser dama o caballero es cuestión de educación. Aplicarla cotidianamente es muy  lindo ,  gratificante  además de reconfortar la salud para gritarles a todas " La pucha que vale la pena vivir"

Daniel A. Villalba
villalbadaniel07@gmail.com