La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresará al Rey Juan Carlos que está "muy preocupada" por la crisis económica que afecta a España y los impactos que ésta podrá tener en las empresas españolas radicadas en Brasil, anticiparon ayer fuentes gubernamentales.
El jefe del Estado español visitará Brasilia el próximo lunes con una misión de empresarios que buscarán, como lo hacen otras naciones europeas, hacer negocios en el emergente Brasil, primer mercado consumidor latinoamericano y sexto en tamaño del PIB del planeta.
Según el diario económico Valor, que cita fuentes
gubernamentales, Rousseff está preocupada porque la crisis sea
un argumento de empresas españolas para frenar inversión en
Brasil.
España es el tercer mayor inversor en Brasil, detrás de
Estados Unidos de Holanda.
Uno de las principales preocupaciones de Rousseff frente a la
crisis es aumentar la tasa de inversión privada para enfrentar
los coletazos de la crisis que están causando problemas en el
crecimiento de la economía brasileña. El mercado privado estima
que nuevamente no crecerá por encima del 3% en 2012.
Según datos del Banco Central, la inversión española cayó radicalmente en Brasil en el último cuatrimestre. Fueron inversiones por 739 millones de dólares, contra los 4.700 millones de dólares de inversión directa en el primer cuatrimestre de 2011.
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