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AMPLIARPolicías reprimen a mineros ayer

El gobierno peruano advirtió sobre la radicalización de las protestas contra la minería

El presidente del Consejo de Ministros de Perú, Oscar Valdés, advirtió ayer que se detectaron planes de radicalización de los campesinos que desde hace una semana llevan adelante una protesta antiminera en la provincia andina de Espinar.

El funcionario calificó como "ultras" a los reclamos en Espinar, donde hubo choques con la policía.

"La información es que pretenden radicalizar sus medidas de fuerza en vista de que no tienen argumentos técnicos ni deseo de dialogar. Simplemente quieren dar a conocer su posición ideológica ultra", dijo Valdés sobre la situación en Espinar, donde los choques provocaron más de medio centenar de heridos, la mayoría policías.

El jefe del gabinete dijo en la radio RPP que las protestas, lideradas en principio por el alcalde provincial, Oscar Mollohuanca, han caído en manos de dirigentes más radicales, responsables de "viles" ataques contra la Policía.

Los pobladores de Espinar, provincia de unos 70.000 habitantes en el departamento de Cusco, exigen la retirada de la transnacional cuprífera Xtrata, con sede en Suiza, a la que acusan de causar graves daños ecológicos en dos ríos.

El gobierno central respalda a Xtrata, pues, según el viceministro de Minas, Guillermo Shino, estudios técnicos han descartado los daños.

El gobierno central envió a Espinar a Shino y a su homólogo de Ambiente, Mariano Castro, pero los campesinos se niegan a dialogar con ellos por considerarlos de segundo nivel, reportaron las agencias Andina y DPA.

El ministro de Minas, Jorge Merino Tafur, cree que el asunto es político y se relaciona con lo que pasa en el departamento norteño de Cajamarca, donde campesinos liderados por autoridades regionales se oponen al proyecto aurífero Conga por su impacto sobre cuatro lagunas.

Para Merino Tafur, la vinculación se evidencia en la participación de los mismos grupos políticos, como Tierra y Libertad (TyL), del sacerdote retirado Marco Arana, o agrupaciones de raíz marxista.

Mientras tanto, crecen rumores de que en un tercer foco similar se prepara en la provincia de Cotabambas, departamento sureño de Apurímac, contra el proyecto minero Las Bambas.

"Estamos preparados. Los que complican nuestro trabajo son estos ultras que ponen por delante a la población. Nosotros no queremos muertos", anotó Valdés, quien lamentó la supuesta negligencia de la Fiscalía al no tener denuncias contra los artífices de desórdenes.

Perú, país esencialmente minero, vive un enfrentamiento entre partidarios de la explotación minera y los que se oponen totalmente a ella, dejando en medio a quienes creen que los recursos se pueden aprovechar con respeto al ambiente y a las poblaciones involucradas.