AMPLIAROtro fracaso de ambos

21/05/2012 - Fútbol

Los fracasos de Atlético y San Martín tienen culpables

Los miles de hinchas tucumanos de Atlético Tucumán y San Martín ven como se acaba otra temporada de fracasos deportivos. Las culpas son de muchos pero los dirigentes es la mayor. Y van varias veces.

Finaliza otra temporada de fútbol que encuentra a los más populares del norte en situación para el olvido.

Ambos clubes se mostraron en la previa a la participación de los campeonatos que los tienen como protagonistas con una gran promoción marketinera en proyectos y pretensiones..

Declaraciones demagógicas, gastos inusuales, nombres famosos y desconocidos llenaron páginas de diarios, revistas especializadas, noticieros, portales y programas deportivos. Todas provenían de los dirigentes, que ahora ven como no pueden justificar tantos desaciertos en materia deportiva.

¿No hubiese sido mejor en vez de endeudar a clubes e hinchas hablar menos y con más realidad? No prometer lo que a primera vista es casi imposible de cumplir. Y no lo digo desde hoy, viendo como están los dos equipos, sino que desde hace años a través de este medio expreso este pensamiento.

Fracaso de los dirigentes porque eligen jugadores que no son más ni menos que muchos de los que abundan en la provincia y que además son más baratos. Estos dirigentes contratan técnicos que vienen con una mochila llena de nombres por ellos conocidos que a luz de la verdad, en rendimientos, son al final una pesadísima carga para las arcas de la institución. Lo peor de todo es que esos entreandores siguen postergando a los futbolistas locales. Pero pasan los años y los errores siempre son los mismos. Los dirigentes siguen comprando y contratando  en “La Salada”. Todo trucho o de cuarta selección, pero teminan cobrando como si fueran tráidos del mejor shopping del país. Asi cualquiera es dirigente de fútbol

Ejemplos  hay muchos. Basta con repasar las listas de todos los nombres, técnicos y jugadores, que pasaron por Atlético Tucumán y San Martín.

Realmente las últimas campañas realizadas por decanos y cirujas dieron lastima. Claro está que la culpa no es del chancho sino de quién le da de comer.

Ojalá que en las próximas temporadas no se repitan esos groseros errores.

Daniel A. Villalba