Miles de manifestantes contrarios a la OTAN protestaron ayer domingo en Chicago, sede de la cumbre del organismo en la que participan más de 50 países y donde se analiza el retiro de las tropas de la Alianza Atlántica de Afganistán.
El clima de calor agobiante y las tormentas eléctricas mermaron el entusiasmo de algunos de los manifestantes que se sentaron a la sombra a la espera del paso de la marcha organizada a las afueras de la convención de la Alianza Atlántica, que se extenderá hasta hoy.
Kevin Cunningham, un carpintero de Chicago, sostenía una cometa que recogió en un evento para niños patrocinado por la OTAN, sobre la cual escribió "vuela cometas, no drones".
"Me quedé muy impactado de que una organización militar estuviera repartiendo cometas para niños, me parece un poco 'orweliano'", dijo a la AFP.
"Estoy en contra de la guerra", dijo Jean Anderson, de 41 años, un manifestante de Minnesota que sostenía un cartel que rezaba "1984 no tenía que ser un manual de instrucciones".
Las autoridades de la municipalidad estimaron que la multitud reunida en las calles de la Ciudad de los Vientos osciló entre las 1.800 y las 2.000 personas.
"Me han dicho que se parece más a un campeonato deportivo que a una protesta, así que sí, todo parece muy pacífico", dijo a AFP el portavoz de la policía de Chicago.
Tanto las fuerzas del orden como los organizadores de las protestas se comprometieron a evitar los problemas que marcaron las reuniones del G20 en Londres y en Toronto.
La estudiante universitaria Isabel Olivia, de 18 años, portaba una pancarta con la inscripción "NO NATO".
"Queremos paz, queremos igualdad, queremos más dinero para la educación", dice.
"Están gastando dinero en guerras en vez de la enseñanza y no podemos ir al liceo porque es demasiado caro", añade.
El sábado, tres activistas fueron procesados por haber planeado un ataque con cócteles molotov contra el cuartel general de la campaña electoral del presidente Barack Obama, mientras que una cuarta persona fue detenida y acusada de intentar atentar contra la cumbre de la OTAN.
Para prevenir disturbios, la policía dispuso un cordón alrededor de los manifestantes además de vigilancia especial para evitar que se acerquen a los hoteles donde se alojan los responsables políticos, que pueden así desplazarse libremente por toda una zona de la ciudad.
Los agentes antidisturbios se encuentran en alerta para intervenir en caso de que aumente la tensión.
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