La Presidente brasileña dijo ayer que el gobierno no va a interferir en la labor de la Comisión de la Verdad. Los siete miembros que se encargarán de investigar violaciónes de derechos humanos ocurridas entre 1946 y 1988 se instalaron en una ceremonia celebrada ayer en el Palacio Presidencial.
"Al invitar a los siete miembros no se ha movido por criterios personales, no por apreciaciones subjetivas. Elegí un grupo de ciudadanos plural, prudente y reflexivo, preocupado por la equidad y el equilibrio, capaz de comprender el alcance del trabajo que se ejecutará - Tengo que decir - con toda libertad, sin interferencia del gobierno, pero con todo el apoyo que necesitan ", dijo Dilma.
Según Rousseff, el comité debe poner de manifiesto graves violaciónes de
los derechos humanos, sin embargo, esto no es un instrumento de
venganza contra los agentes del Estado que cometieron estos crímenes. "No
nos movemos de su venganza, el odio o el deseo de escribir una historia
diferente de lo que sucede, sino escribir una historia sin tapujos."
Durante
su discurso, la presidente se emocionó al recordar a los políticos
desaparecidos: "Brasil merece la verdad, las nuevas generaciones merecen
la verdad y la verdad de los hechos merecen particular a aquellos que
perdieron amigos y familiares siguen sufriendo a medida que mueren de
nuevo y siempre. todos los días. "
Luego asumieron José Carlos Dias (ex Ministro de Justicia),
Gilson Dipp (Ministro de la Corte Superior de Justicia), Rosa Maria
Cardoso da Cunha (abogado), Claudio Fonteles (antigua oficina del fiscal
general), Paulo Sergio Pinheiro ( diplomático), Maria Rita Kehl (psicoanalista) y José Cavalcante Filho (abogado).
Para
el ex ministro de Justicia José Carlos Dias, la instalación de la
Comisión de la Verdad significa un paso importante hacia la
consolidación de una sociedad democrática brasileña. "Es
fundamental decir que los abusos de los ciudadanos no justifica los
actos de violencia cometidos por los funcionarios y agentes del Estado. La legitimidad del poder del Estado proviene de su conexión a un poder democrático ".
El
grupo tendrá dos años de practicar la prueba en todo el país petición, y
la revisión de documentos que ayudan a aclarar las violaciónes de
derechos humanos. Según el texto aprobado, el Comité trata de aclarar los hechos y no será punitiva.
Los ex presidentes José Sarney, Collor Fernando Cardoso y Luiz Inácio Lula da Silva, asistió a la ceremonia. Según Cardoso, la presencia de ex jefes de Estado en el evento simboliza que la comisión no es partidista. "Lo que se hace debe ser visto y analizado. Brasil tiene el derecho a la memoria. "
Los miembros del comité hará la primera reunión para establecer la agenda y planes de trabajo. También debe elegir el presidente de la universidad.
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