AMPLIARLa vida es sueño

06/05/2012 - Comentario teatral

Una obra moderna en un texto complejo

Ante un multitud se estrenó el pasado fin de semana “La vida es sueño”, obra barroca, con características tragicómicas, escrita por Calderón de la Barca. Durante dos horas el público contempla un texto cargado de cultismo, denso, difícil, donde el espectador deberá conocer previamente la obra para una adecuada interpretación.

El director Leonardo Gavriloff apeló a una puesta moderna y ambiciosa. Conjugó, junto a la directora del Ballet Contemporáneo, Patricia Sabbag teatro y danza. El escenario carece de escenografía, solamente se observa un reloj cuyas agujas son dos espadas, incrustado en un muro, un cielorraso de tela, decorado con luces violetas que hace juego con las telas que utilizan los actores, ambientado con una música maravillosa, donde prima el jazz, suave y sensual.

Para los protagónicos Gavriloff apeló a una decisión interesante tres actores para tres personajes que intercambian papeles, de esta manera de Segismundo, Clarín y Astolfo están a cargo -al mismo tiempo y de manera rotativa- Guillermo Arana, Pablo Delgado y Sergio Domínguez. Lo cual genera confusión en el espectador. Sumado a que en su mayoría no conoce el texto escrito en 1635, condición fundamental para entender de qué se trata la obra, cargada de cultismos. Texto denso, difícil, largo.

Sin embargo la actuación del trío es muy buena, sobresaliendo Delgado. El final que termina con un famoso monólogo es la mejor parte de la obra.

Noé Andrade (Rosaura), impone presencia, como habitualmente logra hacerlo arriba de las tables. Cerca del final, también sensualidad. Eloísa Martínez Romero  (Estrella), ejerce un buen papel. A pesar de esto hay muy poca participación de las mujeres. Dando gran protagonismo al trío.

Nelson Alfonso (Rey Basilio) y Andrés D´Andrea (Clotaldo) no defraudan, el oficio actoral lo llevan adelante de la mejor manera. D'Andrea, sin estar en su mejor estado físico no decepciona con movimientos dificultosos. Nelson, por su parte, es ese Rey cargado de erudición.

Los bailarines, Adrián Albano, Karina Avalos, Damián Carabajal, Walter Ferreyra, Marta Diez, Alejandra Martínez, José Pintos, Rafael Segovia yAlfredo Salomón, interpretan a personajes excéntricos, guardias, criados, eunucos y ángeles.

Una obra moderna desde el punto de vista de la puesta, pero con un texto demasiado complejo para el común del público.

Continuará en escena sábados a las 22, domingos a las 21

Sebastián Ganzburg