Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARTrabajar más horas de las necesarias

Uno de cada cuatro chilenos es "adicto" al trabajo

Uno de cada cuatro chilenos es adicto al trabajo, siendo las mujeres las que sufren mayor adicción, según una encuesta realizada por el diario La Tercera.

La OCDE había advertido que los chilenos pasan 2.068 horas per cápita al año laborando, siendo el tercer país de este grupo en tener las jornadas laborales más extensas que pasó en 2005 de 48 a 45 horas semanales.

Según la escala de adicción al trabajo (creada por la Universidad noruega de Bergen), las chilenas con hijos, de clase media y de 45 a 54 años son las más obsesionadas con su trabajo.

José Lizana, psicólogo laboral de la Universidad Andrés Bello comentó que ellas son conscientes de que a las empresas les resulta más barato y conveniente contratar a hombres, "y por eso se esfuerzan y comprometen el doble que sus pares". A esto se suma que siguen siendo las principales responsables del hogar y el cuidado de los hijos, algo no menor en la mediana edad, cuando perder el empleo puede significar cesantía permanente.

El estudio reveló que un 43% dijo que siempre o a menudo piensa en cómo tener o ganar tiempo para trabajar más, mientras que un 25% afirmó que se estresa si le prohíben trabajar.

Esto también afecta a los hombres de clase media, entre 25 y 35 años. Profesionales que buscan acceder rápidamente a un buen sueldo y altos cargos. Al principio sacrifican parte de su tiempo libre hasta llegar a quedarse en el trabajo mucho más horas de las previstas. Cecilie Schou Andreassen, de la Universidad de Bergen y una de las autoras de la escala, indicó a La Tercera que hay que diferenciar al "trabajólico" del adicto. Los primeros son personas que pasan en sus empleos por muchas horas y que tienen la eficiencia como una norma, pero el tiempo libre y las relaciones sociales son tanto o más importantes que su trabajo.

Los adictos tienen conductas que perturban o interfieren seriamente su vida social o familiar. No sólo pierden amigos o se distancian de ellos (se aburren de invitarlos a reuniones que nunca llegan), sino que evitan tomarse vacaciones por considerarlas una pérdida de tiempo.