El Vaticano supervisará de manera más rigurosa las actividades de Caritas International, que coordina 162 organizaciones caritativas en el mundo, tras una serie de problemas doctrinales, jurídicos y económicos, informó el miércoles la Santa Sede.
La reforma de la mayor organización humanitaria de la Iglesia católica fue adoptada a través de un decreto, publicado este miércoles, el cual entró en vigor desde el momento de su publicación.
El decreto fue firmado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, y aprobado de forma específica por el papa Benedicto XVI el pasado 27 de abril.
Con el decreto se renova el marco jurídico de la entidad, fundada en 1951, que presta asistencia a cerca de 24 millones de personas en 200 países, sin tener en cuenta la raza ni la religión y da empleo a 40.000 personas remuneradas y a 125.000 voluntarios.
"Con las nuevas reglas se modernizará nuestro trabajo humanitario de asistencia y desarrollo al servicio de las poblaciones más pobres", escribió en la página web de la entidad, el presidente de Caritas International, el cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga.
El decreto vaticano establece que el Pontificio Consejo "Cor Unum" (encargado de las obras de caridad de la Iglesia) y la Secretaría de Estado del Vaticano, quedan encargadas de la aprobación de todo texto doctrinal o moral de la entidad.
Una comisión de "asistentes" y un asesor eclesiástico además deberán promover "la identidad católica" de Caritas International.
Las cuentas elaboradas por el tesorero deberán ser aprobadas por la Santa Sede, con el fin de alcanzar la transparencia financiera, promovida en todos los organismos del Vaticano.
El cardenal africano Robert Sarah, presidente de Cor Unum, aclaró que la Santa Sede "tiene el deber" de seguir las actividades de Caritas, de manera que su mensaje sea divulgado en forma coherente con el magisterio de la Iglesia.
"Caritas debe ser vocero de una sana visión antropológica" frente a la comunidad internacional, dijo.
El año pasado, el Papa invitó a Caritas a defender "los valores no negociables" de la Iglesia y a promoverlos en todas las instancias internacionales de manera de "no caer en ideologías dañosas".
Para la Iglesia, Caritas International no está conformada por una serie de organizaciones no gubernamentales y debe respetar sus principios básicos, como la defensa de la vida desde su concepción hasta su muerte natural, así como el no al aborto, a la eutanasia y al uso del preservativo.
El año pasado surgieron tensiones dentro de la entidad, ya que algunos sectores consideran prioritaria la asistencia sobre el terreno más que la evangelización.
En mayo del 2011, la entonces secretaria general, la inglesa Lesley-Anne Knight, considerada muy independiente, no fue confirmada en su cargo.
Interrogado por la AFP, el nuevo secretario general, el francés Michel Roy, elogió la reforma de la entidad, ya que permitirá "una mayor interacción" entre Curia y Caritas y se refuerza "la dimensión eclesial" de la entidad.
En los nuevos estatutos se especifica que Caritas International está al servicio de los miembros de la confederación así como de la Santa Sede.
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