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01/05/2012 - Un día como hoy pero de 1892

Nacía el Varón Rojo, legendario aviador

Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen militar y aviador alemán, más conocido como el «Barón Rojo», fue un piloto alemán que consiguió derribar ochenta aeroplanos enemigos durante la Primera Guerra Mundial antes de ser abatido en la mañana del 21 de abril de 1918 cerca del río Somme, en el norte de Francia. Héroe de los alemanes y respetado por sus enemigos, permitía escapar a sus víctimas malheridas. Su unidad fue responsable del derribo de 151 aviones británicos, contra 66 de las propias. VIDEO


Nació el 2 de mayo de 1892 en la ciudad de Breslau, por entonces capital de Silesia, hoy Wroclaw perteneciente a Polonia. De niño se trasladó con su familia a Schweidnitz (hoy Swidnica, Polonia). Era el mayor de tres hermanos. De familia aristocrática terrateniente, el padre de Manfred había llegado a ocupar un cargo alto en el regimiento de Ulanos nº12, una unidad perteneciente a la poderosa caballería prusiana. Manfred y su hermano pequeño Lothar quisieron seguir los pasos de su padre, alistándose jóvenes en el ejército imperial. Practicó caza y equitación y cuando completó su adiestramiento como cadete se alistó en los Ulanos (caballería alemana) siendo nombrado tres años después teniente del primer regimiento.

Pasó de la caballería (en donde ganó la condecoración de la Cruz de Hierro) a la infantería, pero en esta modalidad no prosperó durante la guerra ya que las condiciones que se vivían en las trincheras eran inhumanas y "muy aburridas", según sus palabras. Finalmente encontró su lugar bajo el sol alistándose en la aviación, donde demostró una gran capacidad con esta arma completamente innovadora para lo que hasta entonces había sido la guerra (además la producción de aviones se incrementó desde los 300 que tenían todos los contrincantes al principio de la contienda hasta los 150.000 al final). Aunque en la academia de aviadores no fue de lo mejor, luego en combate se demostró todo lo contrario. Al principio sólo se dedicó a ojear y fotografiar en el frente oriental, pero él lo que quería eran aventuras. En la Luftstreitkrafte, su encuentro con otro gran aviador, Oswald Boelcke, fue decisivo para su éxito. Boelcke lo seleccionó para el grupo de combate Jagdsstaffell o JASTA 2. Ya su primer combate fue una victoria. Sucedió sobre el cielo de Cambrai, Francia el 17 de septiembre de 1916. Durante estos primeros meses se destacó por su agudeza visual y su innato don para afrontar el peligro. Sus compañeros decían que se transformaba su personalidad cuando cogía los mandos de su avión.

Durante los siguientes 20 meses se destacaría como el mejor as de la aviación alemana durante toda la Primera Guerra Mundial. Llegaría a superar el número de victorias de Boelcke, que estaba en 40, récord hasta entonces. En su victoria 11 consiguió derribar el biplano del as británico Lanoe Hawker. En enero de 1917 recibió la Cruz Pour le Mérite.

En 1917 se le confirió el comando del JASTA 11, que luego fue conocida como el Circo Volante, por los vivaces colores que presentaban sus 14 aviones. Se ganó el apodo de Barón Rojo porque sus aviones estaban pintados de rojo. Llegó a dirigir 58 misiones con total éxito, en las cuales derribó a unos 80 aviones, algo que nadie llegó a superar en ningún bando durante el resto de la guerra. En abril sumó en solitario 20 derribos. Sus hombres insinuaban que su líder tenía un comportamiento suicida. Pocos meses después recibió el encargo de dirigir la primera ala de caza de la historia aérea, la JG 1, integrada por los Jasta 4, 6, 10 y 11. Esta unidad llegó a derribar 644 aviones con sólo 56 bajas. Su hermano Lothar alcanzó 40 victorias al final de la guerra con esta unidad, Kurt Wolf, 33 victorias y Karl Allmenroder 30 derribos. Todos lograron la Cruz Pour le Mérite.

El 6 de julio de 1917 recibió una bala perdida en el cráneo que le provocó una terrible herida lesionándole el cerebro, pero él siguió volando pese a estar claramente incapacitado para soportar alturas, incluso se comportaba como si fuera inmune a la muerte, no tomando ninguna precaución, violando las fundamentales reglas de vuelo que había escrito en su manual. Llevó vendada la cabeza durante mucho tiempo. Poco después recibió con alegría un Fokker Dr I, un triplano que también pintó de rojo y tenía gran agilidad, pero si se mantenía en rumbo fijo muchos minutos se convertía en presa fácil.

Su misteriosa muerte

Según las fuentes oficiales fue el capitán canadiense Roy Brown el que consiguió matar al piloto alemán, aunque nuevas investigaciones apuntan a que fue el soldado de infantería australiano Evans el que disparó desde tierra la bala del .303 que acabó con su vida. La bala entró por el lado derecho del pecho y le causó heridas en los pulmones, el hígado, el corazón, la arteria aorta y la vena cava antes de salir y según la opinión de los forenses, apenas contó con un minuto antes de perder la consciencia y un par de ellos en morir. Nada se sabe sobre el soldado Evans aparte de que murió en 1925, y probablemente falleció sin imaginar que él podía ser el causante de la muerte del piloto más famoso de la historia. Roy Brown dejó escrito un libro sobre sus combates y detalló todo sobre el último vuelo del Barón.

Fue enterrado con todos los honores militares por los mismos británicos quienes salieron a rendirle tributo. Su ataúd -cubierto de flores como ofrenda- fue cargado por seis miembros del escuadrón 209. En el momento del entierro, soldados australianos presentaron armas y lanzaron tres salvas en su honor. En su lápida, que se encuentra en el mismo lugar en donde cayó, se puede leer en su epitafio:

"Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz".

Tras su muerte, el mando del JASTA 11 lo asumió Wilhelm Reinhardt, y tras su muerte en un accidente aéreo en julio de 1918, lo asumió Hermann Goering, que había obtenido 22 victorias en la guerra y era uno de los ases más destacados de la aviación de caza en esos momentos.

El Barón Rojo dejó un libro escrito durante su convalecencia en 1917 por el disparo en la cabeza, lo llamó El Piloto Rojo, donde comentaba que él combatía en la aviación buscando una consecuencia para su vida.

Datos Curiosos

Era costumbre entre los pilotos tener una mascota. En el caso del Baron Rojo, su acompañante era un perro dogo alemán arlequín (gran danés), llamado Moritz, si bien gran número de esas mascotas morían al seguir ciegamente a sus amos, Moritz tuvo suerte y escapo sólo con una oreja cercenada.

Como todos los pilotos de caza, el Barón Rojo también tenia su manera particular de celebrar cada victoria. En su caso, encargaba a un joyero de Berlín copas de plata de cinco centímetros de altura.

La primera llevaba grabada la inscripción "1 Vickerse 2 17.9.16". El primer número indicaba el orden del derribo, la palabra el tipo de aeroplano, el siguiente número los tripulantes, y finalmente la fecha de la victoria. Con el tiempo, y visto que la colección de victorias aumentaba significativamente, pasó a encargar una copa el doble de grande cada decena. La serie de trofeos se interrumpió después de la victoria número 60 cuando el joyero le comunicó que no había más plata disponible y que sólo podría fabricar copas con un material de peor calidad.

Cultura Popular 

El grupo español Barón Rojo se puso ese nombre en homenaje al aviador. También le dedica en su primer disco ("Larga Vida al Rock & Roll, de 1981) un tema del mismo nombre, que en su estribillo dice "¡Barón! Héroe de cuento, amo de las nubes, señor del viento. ¡Barón! Vive su sueño, triste y solitario surcando el cielo. ¡Barón! Tu triste misión no apagó tu gloria"

Por su parte, el juego de PC Empire Earth incluye en su campaña alemana varios escenarios protagonizados por el Barón Rojo, basados en situaciones reales, incluyendo uno con su muerte cerca del río Somme.

En la tira cómica Peanuts, el personaje Snoopy en una de sus muchas fantasías sueña con ser un as aviador de la Primera Guerra Mundial, tiene al Barón Rojo como su acérrimo enemigo. 


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