Milllones de trabajadores se manifestaron este martes en las principales ciudades de América Latina reivindicando sus derechos y reclamando contra la flexibilización laboral y a favor de una distribución más justa de la riqueza.
En Santiago de Chile, más de 50.000 personas marcharon hoy para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores y reclamaron un aumento del salario mínimo, mayores salarios, mejor distribución de la riqueza y mejoras en educación y salud.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, anunció que lucharán por el aumento del salario mínimo y criticó la reforma tributaria anunciada por el gobierno de Sebastián Piñera al asegurar que éste "no se atrevió a tocar los intereses de las grandes empresas".
Las manifestaciones se replicaron en distintas ciudades de Chile con mucha adhesión y, en su mayoría, sin incidentes.
La Central de Trabajadores Argentinos, rama oficialista convocó a un acto que incluyó un homenaje a las Madres de Plaza de Mayo por sus 35 años de lucha por la memoria, la verdad y la justicia, informó la agencia NA.
En tanto, la Central de Trabajadores de Argentina, (CTA) Capital, junto a otras organizaciones, realizó un acto en el centro de Buenos Aires bajo el lema "En apoyo a las luchas, por salario y trabajo. YPF 100% estatal con control social".
La Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor entidad sindical del país y bastión del oficialista justicialismo (peronismo) no convocó a acto alguno en el marco de las diferencias entre su titular Hugo Moyano y el gobierno, por distintas reivindicaciones laborales.
En Quito hubo dos marchas multitudinarias, una a favor del gobierno y otra en contra, cuando en los años anteriores se había organizado una sola marcha que recorría el centro histórico de la capital.
Simpatizantes del gobierno y de la Confederación de Trabajadores del Sector Público marcharon gritando consignas a favor del presidente ecuatoriano, Rafael Correa. El Frente Unitario de Trabajadores junto con otros grupos de opositores al gobierno marchó con miles de participantes hasta la Plaza de San Francisco, a pocas cuadras de la Plaza Grande. En Ciudad de México, tres contingentes, unas 6.000 personas en total, desfilaron hasta converger en el Zócalo, la principal plaza pública del país, con reclamos de mejores salarios y de más empleos pero también de frenar la ola de violencia y de reducir la ascendente pobreza. Asunción del Paraguay fue escenario de la movilización de varios gremios en rechazo de un proyecto de ley que flexibiliza las relaciones laborales, al tiempo que exigió mejores condiciones de trabajo en las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES).
Los sindicalistas paraguayos reclamaron también mejores condiciones de trabajo y cese de persecuciones sindicales.
En Bolivia, miles de trabajadores marcharon por el centro de La Paz con consignas contra el gobierno y reivindicando sus demandas, encabezados por dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), hasta hace dos años aliada del presidente Evo Morales, que el año pasado lidero la misma manifestación.
Por su parte, los trabajadores colombianos conmemoraron su día en varias ciudades del país sin mayores alteraciones del orden público y con diversos pedidos al gobierno en materia salarial y de empleos.
La principal marcha, como todos los años, se realizó en Bogotá, donde cientos de trabajadores sindicalizados, curiosos y representantes de centrales obreras se tomaron la Plaza de Bolívar, centro del poder del país, para arengar en contra de las formas contractuales actuales, el atropello empresarial y a la reforma de pensiones que promueve el gobierno.
En Caracas, trabajadores opositores y seguidores del presidente venezolano Hugo Chávez marcharon hoy por sus calles para rechazar y apoyar la nueva ley del Trabajo.
Cientos de miles de oficialistas de todo el país recorrieron varias cuadras desde el este de la capital hasta la céntrica plaza O'leary, punto final de la movilización.
Trabajadores de la oposición, convocados por el Frente autónomo en defensa del empleo, el salario y el sindicato (FADESS), la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), y otras agrupaciones, denunciaron falta de transparencia en el proceso para la aprobación de la nueva legislación laboral.
Cientos de sindicalistas, por su parte, realizaron marchas pacíficas en la principales calles de San José de Costa Rica, lanzando consignas contra el gobierno de la presidenta Laura Chinchilla, exigir que se expulse a los corruptos y se salven la Caja Costarricense del Seguro Social y el Instituto Costarricense de Electricidad.
En tanto, hubo dos marchas de trabajadores, estudiantes y empleados públicos en el centro de San Salvador.
Diputados, funcionarios y miembros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en el gobierno, acompañaron las marchas.
Miles de trabajadores se manifestaron en las principales ciudades de Honduras, durante las cuales también protestaron por el alto costo de vida, la inseguridad y el desempleo.
En Tegucigalpa la marcha fue liderada por los principales dirigentes de las centrales obreras y la aspirante presidencial Xiomara Castro, esposa del ex presidente Manuel Zelaya.
Zelaya, derrocado por un golpe de estado en junio de 2009, encabezó por su lado una marcha en San Pedro Sula, segunda ciudad, en el norte de Honduras.
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