La presidenta brasileña Dilma Rousseff defiende el desarrollo sostenible y no descarta vetar el Código Forestal aprobado ayer en el Congreso, que según ambientalistas será cuestionado en la cumbre Rio+20, a la que asistirán un centenar de mandatarios, dijo ayer el ministro Gilberto Carvalho.
El secretario general de la Presidencia Carvalho admitió hoy que Rousseff realice "algún" veto al Código y que éste será analizado "con calma" por ella que está comprometida "con el modelo de desarrollo sostenible" ambientalmente.
El Código Forestal aprobado ayer en el Parlamento es
considerado como una derrota para el gobierno a dos meses de la
cumbre Rio + 20, patrocinada por Naciones Unidas.
Rousseff dijo esta semana que está comprometida con el éxito
del evento al tiempo que destacó que Brasil desempeña un rol de
"vanguardia" en materia ambiental, citando como ejemplo la
reducción de la de deforestación amazónica.
Organizaciones catalogaron al Código Forestal refrendado ayer
como una "amnistía" a los depredadores de la Amazonia y
lamentaron el "avance" del bloque de diputados "ruralistas".
"El Código tendrá un impacto enorme en Rio+20, Brasil no tendrá autoridad moral si sanciona una ley que perdona" a los responsables del desmonte de la floresta, por lo cual "es necesario el veto presidencial de toda la ley", dijo hoy Joao Paulo Capobianco de la ONG "Democracia y Sustentabilidad".
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