La vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, ha redoblado sus advertencias a Argentina ante los supuestos planes del Gobierno presidido por Cristina Fernández Kirchner de nacionalizar la empresa petrolífera YPF, actualmente propiedad de la española Repsol.
Por su parte, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha revelado, tras reunirse con el embajador argentino, que el Ejecutivo ha pedido ayuda a sus socios y aliados extranjeros para manejar el conflicto, si bien aún confía en que se resuelva "a través del diálogo".
En un tono más duro, la vicepresidenta ha reiterado "la gran preocupación" del Ejecutivo español ante la posible nacionalización de la petrolera YPF, controlada en un 57,4 % por Repsol. "El Gobierno tomará las decisiones que corresponda. Las medidas no se anuncian, se adoptan. Espero que este Gobierno no tenga que adoptarlas pero, indudablemente, si tiene que hacerlo lo hará", ha afirmado Sáenz de Santamaría durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Ha añadido que, por el momento, no le consta al Ejecutivo español que el Gobierno de Cristina Fernández haya tomado decisión alguna sobre YPF, pese a las informaciones que apuntan a que Argentina sopesa su nacionalización, una posibilidad que ha calificado de "muy negativa para los intereses de España". Por ello, si llegara a materializarse esta hipótesis, "la obligación del Gobierno es defender con todos los instrumentos que tiene a su alcance los intereses generales de España".
Pese a la insistencia de los periodistas, Sáenz de Santamaría ha rehusado detallar qué acciones se llevarán a cabo en caso de que Argentina nacionalizase YPF y ha reiterado que el Gobierno no las anunciará antes públicamente.
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