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AMPLIARAndrea R., una testigo protegida

Testigo protegida complica a los riojanos

Andrea R., una testigo protegida, declaró ayer por tercer día consecutivo en el juicio que se realiza por la desaparición de Marita Verón y reiteró que vio a la joven tucumana en un burdel de La Rioja. VIDEO

Al responder preguntas de los defensores, la mujer -quien asegura que estuvo secuestrada en burdeles de La Rioja, donde la obligaron a prostituirse- reiteró una vez más que vio a Marita.

"Ella no me soltó de las ataduras; aflojó las soguitas que tenía en las muñecas", afirmó Andrea R.

La mujer contó que había sido castigada por rechazar una relación sexual con un cliente en un burdel riojano.

"Cuando me ataron estaba aterrada, me golpearon y no sabía lo que podía venir hasta que ella me ayudó", describió al relatar el momento que conoció a Marita.

La última jornada de la semana se desarrolló en doble turno y fueron reiterados los momentos de tensión que se vivieron en la sala por la actitud que asumieron los abogados.

Uno de los cruces más fuertes lo mantuvieron los abogados José D`antona, de la querella, y Jorge Cáceres, asesor del imputado José "Chenga" Gómez, acusado por Andrea R. de ser dueño del prostíbulo donde estuvo junto con su hermano y su madre.

Cáceres reclamó precisiones de fechas y lugares durante su interrogatorio, datos que la testigo negó recordar por el paso del tiempo.

El presidente del tribunal, Alberto Piedrabuena tuvo que pedir cordura y advirtió en varias ocasiones a los abogados.

Finalmente, los abogados resaltaron "las innumerables contradicciones" de la joven pero aclararon que no pedirán que se la impute por falso testimonio porque al hacer su primera declaración en la causa era menor de edad.

El juicio pasó a un nuevo cuarto intermedio hasta el martes, según lo dispuesto por el tribunal.