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AMPLIARLa casa de Corrientes al 3.200 donde Fernando mató a María

Le prendió fuego y asesinó a su mujer

Un hombre de 34 años fue detenido ayer, sospechado de matar a su pareja de 31. Estaban solos en la casa y cuando la policía entró se encontró con el cuerpo de la chica totalmente carbonizado. Se estima que fue luego de una discusión.

Un hombre asesinó en la tarde de ayer a su mujer en su casa de Corrientes al 3.200, en la capital tucumana. En la escena del crimen se encontró un tarro de gaseosa que Fernando Martínez (34 años) habría usado para sacar nafta de una bordeadora y luego quemar a María Medina (31 años).

El ataque se produjo, según las primeras informaciones, tras una violenta discusión entre los miembros de la pareja.

Los vecinos contaron que no se escucharon ruidos ni gritos, y que notaron algo raro cuando poco antes de las 17 vieron que salía humo de la casa. “Martínez negaba el ingreso a la policía asegurando que nada ocurría en la vivienda. Antes esta situación debido a que salía humo, ingresó el personal y vio que en una de las habitaciones había un cuerpo carbonizado. Luego se constató que el cadáver tenía quemaduras en un 95 por ciento”, comentó el Jefe de Policía, Jorge Racedo.

El hombre fue detenido en el lugar, e inmediatamente fue trasladado a una dependencia policial. “Estaba shockeado. El psicólogo de la policía lo está revisando y falta la autopsia para determinar si fue quemada en vida o después de morir. Al parecer estaban en pareja hace seis meses”, relató el jefe.

El fiscal de Instrucción Guillermo Herrera, y el jefe de Policía, Jorge Racedo, supervisaron personalmente las pericias en la vivienda.

Los vecinos de la zona indicaron que la pareja no tenía hijos, y que no tenían demasiado contacto con la gente del barrio porque no residían en la zona “sino que venía de vez en cuando”, dijo Racedo.

La mujer residía en Crisóstomo al 1700. El hombre en Mate de Luna al 1400.

Femicidio

Un caso más de violencia contra la mujer. En este caso un mal nacido,  terminó con la vida de su pareja al estallar en celos, según las investigaciones. No importa si el motivo es otro, el asesino acabó con una joven vida, porque era mujer. Los casos de violencia de género son frecuentes, a pesar de que se viene trabajando mucho al respecto desde el Estado. Sin embargo, el machismo imperante en la sociedad es cultural y en muchos casos se convierte en una cuestión patológica cuyo único límite, si es que existe, es la muerte. Martínez está detenido, será juzgado y en caso de ser el culpable, es el único sospechoso, nadie más estaba en la vivienda, encarcelado como lo merece. Lo triste en toda esta historia es que mujeres siguen muriendo en manos de inescrupulosos que no escatiman en desparramar todo su odio cuando hieren su vacío orgullo de pobres diablos.

Sebastián Ganzburg