10/04/2012 - Secuestrados este lunes

Perú: piden un rescate millonario y explosivos por los rehenes

Unos 400 militares y 200 policías buscaban intensamente a los al menos 36 trabajadores de firmas contratistas de un yacimiento de gas secuestrados este lunes en el interior de Perú, presumiblemente por Sendero Luminoso, y por cuyo rescate reclamaban los captores más de 10 millones de dólares, ropas y explosivos.

Lo informó el diario limeño El Comercio varias horas después de que la alcaldesa de la provincia La Convención, Fedia Castro, asegurara que los secuestrados fueron 40 y no 30, y que ninguno de ellos había sido devuelto, pese a que un jefe policial anunció ayer que 23 rehenes habían sido liberados.

“No hay ningún liberado y se trata de 40 peruanos, 40 vidas que están en peligro y por eso hago esa aclaración a la opinión pública nacional”, subrayó Castro esta mañana a la emisora Radioprogramas del Perú (RPP) y lo reprodujeron los diarios La República y Perú 21, entre otros, en sus sitios de internet.

Según Castro, las camionetas que supuestamente habían llevado de vuelta a los 23 rehenes “han retornado con la enfermera y una médica, con quienes (los captores) han enviado el pedido de 10 millones de dólares y un millón de dólares de forma mensual” para liberar a los cautivos.

Sin embargo, El Comercio sostuvo que los secuestrados fueron 39; que los liberados son precisamente la enfermera, la médica y el chofer de la camioneta -al que identificó como Arístides Cruz-, y que los restantes 36, todos varones, permanecían en poder de los captores.

El periódico agregó que de los 36 rehenes, 28 trabajan para la firma Construcciones Modulares y los otros ocho para Skanska. Ambas firmas son contratistas del consorcio que explota el yacimiento gasífero Camisea y “ya han puesto las respectivas denuncias”.

Según esa fuente, además del dinero, los secuestradores reclaman “material explosivo, camisas y pantalones”.

Los trabajadores fueron secuestrados en la madrugada de ayer, cuando unas 60 personas coparon Kepashiato, una pequeña localidad de La Convención, en el departamento Cusco, y además de los raptos hicieron un acto de una hora ante vecinos y emitieron proclamas por una radio local, según informaron fuentes policiales y el gobernador regional, Roberto Rojas Oviedo.

Por la tarde, el jefe de la policía de La Convención, coronel Ronald Bayona, anunció que 23 de los rehenes habían sido liberados y enviados de vuelta a Kepashiato en camionetas, y que sólo quedaban cautivas siete personas.

La información sobre los hechos, aun cuando fue suministrada por fuentes policiales y gubernamentales, fue muy fragmentada.

El gobierno central sólo se pronunció ayer por la tarde, a través de un breve comunicado del Ministerio del Interior que indicó que los secuestradores estaban encapuchados y “luego de violentar puertas y obstáculos a su paso, y despojar de sus pertenencias a los trabajadores”, los cargaron en tres camionetas y se los llevaron, sin precisar cuántos eran los cautivos, según consignó la agencia noticiosa estatal Andina.

En ese contexto, tanto la cantidad de los secuestrados como los nombres de las empresas para las que trabajan -todas, contratistas de Camisea- fueron variando de ayer a hoy.

La sospecha de que los secuestradores son miembros de Sendero Luminoso se debe a que, según describieron vecinos y policías locales, parte del grupo que copó Kepashiato tomó a la fuerza la sede de Radio Tropical y emitió proclamas según las cuales los trabajadores del gasoducto fueron raptados “para canjearlos y pedir la liberación del terrorista Artemio”.

Florindo Flores Hala, alias Artemio, era el último de los jefes históricos de Sendero Luminoso que continuaba en libertad y fue capturado por las autoridades el 12 de febrero pasado. Desde entonces está preso.

Semanas atrás, el gobierno peruano explicó el traslado de Antauro Humala -el hermano del presidente Ollanta Humala preso por la toma violenta de una comisaría en 2005- de una cárcel civil a un penal militar en informes de inteligencia que advirtieron la posibilidad de que Sendero Luminoso secuestrara al recluso y a sus familiares para canjearlos por Artemio.

Por otra parte, algunas de las fuentes arriesgaron que el grupo que copó Kepashiato estuvo liderado por Martín Quispe Palomino, alias Camarada Gabriel, hermano menor de Víctor, alias Camarada José, el cabecilla principal de la fracción de Sendero que actúa en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE).

Sendero Luminoso, de orientación maoísta, fue desarticulado a mediados de los años 90, luego de un conflicto armado que duró casi dos décadas y causó cerca de 70.000 muertos, según datos de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), que señaló a ese grupo como “principal responsable” de los hechos de esa época.

No obstante, quedaron dos grupos remanentes -el que actúa en el VRAE y otro, cuya zona de influencia es el Alto Huallaga- sobre los que los últimos gobiernos peruanos y varios analistas aseguraron que operan en connivencia con organizaciones narcotraficantes.