El Vía Crucis de Jesús y sus 14 estaciones, que cada Viernes Santo el Papa encabeza en Roma, en la Argentina es replicado de diversas maneras, en algunos casos con particularidades como un recorrido submarino o en sillas de ruedas, por calles de grandes ciudades o en escenarios que tratan de asemejarse al bíblico Gólgota.
Uno de los más originales es el que se hace desde 2008 sobre el fondo del mar patagónico, frente a la ciudad chubutense de Puerto Madryn, a cargo de decenas de buzos con antorchas subacuáticas, entre ellos el sacerdote Juan Manuel Arias.
Este año, con la participación de 75 buzos de todo el país, ese Vía Crucis se realizó una semana antes, por cuestiones climáticas, informaron autoridades de Turismo de esa ciudad, desde cuyo muelle más de tres mil personas presenciaron el recorrido a través de las claras aguas del Golfo Nuevo.
También con anticipación al Viernes Santo, en Rosario se realizó ayer un Vía Crucis de personas con capacidades especiales, con el fin de difundir reclamos para el sector, como rampas para sillas de ruedas, la inclusión en escuelas comunes, el acceso al trabajo y la igualdad de derechos.
En cada Estación de Cristo, entre la plaza Pringles con el cruce de las peatonales, se efectuó un reclamó de los participantes, como las asociaciones rosarinas de Sordomudos, Miastenia Gravis y Para la Inclusión de Personas con Síndrome de
Down, la Fundación Bipolares de Argentina, y pacientes del neuropsiquiátrico local.
En la misma ciudad, para el tradicional Vía Crucis que preside el padre Ignacio Peries en el barrio Rucci cada Viernes Santo, entre las 17 y las 23, esperan este año la participación de unas 300 mil personas, según medios locales.
El sacerdote sostuvo que "es el Vía Crucis número 33 que hacemos en forma ininterrumpida, y Cristo tenía 33 años cuando murió" y, por otra parte, adelantó que dialogará personalmente -"no a través de los medios"- con organizaciones de homosexuales que lo acusaron de discriminar, tras sostener que su corazón no condena a nadie.
La fe religiosa está íntimamente arraigada en los pobladores de la Quebrada de Humahuaca, y para la Semana Santa presentan las más variadas formas de expresión que se manifiestan a través del arte con características propias y utilizando los elementos que naturaleza les brinda.
En Jujuy, numerosos artesanos ofrecerán sus obras para esta procesión de Viernes Santo, en unos casos con ermitas, que son representaciones del Vía Crucis que se realizan en Tilcara sobre lona arpillera, con tinturas, semilla y otros elementos, mientras en Humahuaca se utiliza arcilla.
En el centro porteño, el Vía Crucis que organizan la Asociación Amigos de la Avenida de Mayo y el Arzobispado de Buenos Aires recorrerá esa arteria desde Plaza Lorea hasta Plaza de Mayo, encabezado en su décima edición consecutiva por el cardenal Jorge Bergoglio.
Los organizadores esperan la participación de unas 40 mil personas en la procesión, que será presidida por el Cristo del Buen Amor y la imagen de la Virgen Dolorosa -hecha en 1870- y en la que la gente llevará en andas una cruz penitencial de 15 metros de largo y 130 kilogramos.
En la ciudad bonaerense de Tandil, el Vía Crucis y la clásica representación de las "Escenas de la Redención", con más de 400 actores, se realizó ayer en el Monte Calvario de esa comuna rural.
En la base del cerro, como en el Gólgota de Tierra Santa, entre eucaliptos y olivos hay un sendero ascendente con 17 grupos escultóricos de piedra que reproducen escenas del Vía Crucis, realizados por artistas como Fioravanti, de la Cárcova y Troiani.
Hoy a las 10 será el turno de los jóvenes y del Vía Crucis de "lengua de señas", que interpretará la catequista Nilda Croce, dijo a Télam Claudia Frijón, de Effata, una fundación que trabaja para integrar a las personas con capacidades especiales.
"Caminaremos juntos oyentes y sordos, con la ayuda de Nilda que empezó el año pasado a interpretar las misas de la parroquia", dijo Frijón.
En Miramar, el Vía Crucis se realiza en un lugar de mucho afecto para la comunidad: el Bosque (Vivero Dunícola) de la zona sur de esa ciudad balnearia bonaerense, que para esta fecha se convierte en escenario de ceremonias litúrgicas y manifestaciones de fe.
Las 14 estaciones del Vía Crucis están representadas con tallas en madera, de las cuales la más importante es el "Cristo de la Hermandad", una cruz de madera de más de 22 metros de altura, que se levanta entre coníferas en el acceso al bosque.
En Carmen de Patagones, la más sureña ciudad boanerense, el Vía Crucis al Cerro de la Caballada comenzará como cada año en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen -monumento histórico nacional-, con antorchas, velas y cánticos.
En Madariaga también en el sur provincial, más de 350 actores rememorarán la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo en un escenario donde las cuecas, candombes, triunfos, milongas, galopas y chacareras darán un sello netamente folclórico a la obra.
Estas son algunas de las particulares formas de manifestar la fe durante el Vía Crucis a distintos puntos del país, según las circunstancias, los medios y la cultura ancestral predominante.
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