La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lanzará hoy su tercer paquete de incentivos a la industria, por unos 12 mil millones de dólares, con el objetivo de acelerar el crecimiento y la producción en 2012, luego de un magro desempeño del avance de la economía de 2,7% el año pasado.
Según anticipó ayer el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, la presidenta convocó a 400 invitados para la cremonia en la que deberá anunciar la reducción de los aportes patronales para la industria de transformación y una nueva línea de crédito del oficial Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
El ministro de Economía, Guido Mantega, delineó este lunes
con Rousseff el paquete a presentar a los empresarios y
sindicalistas. Es que la industria avanzó 1,6% en 2011 y la
industria de transformación (pesada) se mantuvo aplanada.
Mantega explicó que una de las ideas del gobierno para
reducir el costo de las empresas es "cobrar un 1,5% sobre la
facturación de las compañías en lugar de que ellas paguen el 20%
que se le descuentan a las firmas de aportes patronales al
sistema previsioal en cada salario pagado".
"Eso le dará más competitividad a la industria y pondrá en
mejores condiciones a las exportaciones", dijo el ministro
Mantega.
Rousseff tomará las medidas luego de haber escuchado los
reclamos de los 28 líderes empresariales más importantes del
país y a las centrales sindicales.
A cambio, la presidenta brasileña quiere que las compañías
aumenten sus inversiones delante de perspectivas del mercado
privado de que el crecimiento del PIB en 2011, según el Boletín
Focus del Banco Central, podrá ser de 3,2%, cuando el gobierno
espera por lo menos 4,5%.
"Esperamos un paquete de acciones a largo plazo que impacten
en el desarrollo y en la generación de empleos", dijo Wagner
Gomes, presidente de la Central de Trabajadores de Brasil (CTB).
El gobierno pretende anunciar la conformación de Consejos de
Competitividad por sector, que incluyan un diálogo productivo
entre gobierno, sindicatos y empresas. Esta será una de las
patas del anuncio, que forma parte del plan "Un Brasil Más
Grande' lanzado en 2011.
El gobierno reformulará las líneas de financiación del banco
público BNDES con reducción de tasa de interés para la
industria.
En una reciente entrevista a la revista Veja, Rousseff dijo
qeu su país pasará "al ataque" en materia de "defensa comercial"
aunque descartó el proteccionismo, en el marco de la 'guerra
cambiaria'.
Las quejas de la industria están basadas en la cotización del
dolar, en torno a los 1,82 reales, y en los controles aduaneros
sobre el ingreso de productos asiáticos, especialmente de China.
Según el Ministerio de Economía,las líneas de crédito del BNDES a la industria premiaran con la tasa más baja, 4%, a las empresas que inviertan en innovación tecnológica, una de las obsesiones de la presidenta.
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