El presidente Evo Morales pidió a Chile buena vecindad y al reafirmar su decisión de apelar a tribunales internacionales para obtener una salida soberana al Océano Pacífico, de la que Bolivia carece desde 1879, exhortó a La Moneda no entender este recurso judicial como gesto inamistoso, al conmemorar el viernes en La Paz el 133 aniversario del Día del Mar boliviano.
"En pleno siglo XXI, por la actitud de su Gobierno, Chile no puede continuar siendo un mal vecino. Bolivia es un país pacifista y la solución a su justa demanda pasa por caminos concertados por las normas jurídicas internacionales y el principio de la buena fe", afirmó el mandatario boliviano durante un discurso pronunciado en la Plaza Eduardo Abaroa, héroe de la defensa del litoral boliviano en la guerra territorial que envolvió a ambos países sudamericanos.
Un año después de anunciar su decisión de sentar a Chile
en estrados judiciales internacionales, el gobernante boliviano pidió,
sin nombrarlo, al gobierno de Sebastián Piñera, no entender la
eventualidad de juicio, lo más probable ante la Corte de La Haya, como
un gesto inamistoso y menos aún beligerante.
"Nuestros país busca ante tribunales internacionales un solución a su
demanda marítima que por justicia y derecha le asiste. Esa solución no
debe ser interpretada como un acto inamistoso. Es hacer uso de un
mecanismo reconocido entre los Estados para resolver sus diferencias de
manera pacífica", dijo fundado en una resolución de Naciones Unidas de
1982.
En su alocución de 15 minutos que marcó la conmemoración del año 133
de la más crucial desmembración territorial que sufrió Bolivia en su
historia de 186 años, en que ha perdido en causas cruentas e incruentas
más de un millón de km2, Morales calificó de contradictoria la posición
la actual política internacional de Chle en lo que concierne a Bolivia.
Las autoridades de Chile "insisten en que no tienen temas pendientes
con Bolivia" y, sin embargo "las fronteras chilenas siguen sembradas de
minas y las amenazas de algunas autoridades de hacer uso de las Fuerzas
Armadas para resolver las controversias con otros Estados ponen en
evidencia esas contradicciones para un país que se proclama moderno y
democrático", afirmó.
El gobernante aludió las declaraciones del ministro chileno de la
Defensa, Andrés Allamand, que agosto último dijo, en tono de
advertencia, que Chile contaba Fuerzas Armadas lo suficientemente
potentes como hacer valer los tratados internacionales, en preciso, el
de 1904, que señaló el trazo actual de los límites de Chile y la
mediterránea Bolivia.
Morales, que junto a su ex colega chilena Michelle Bachelet acicateó
entre 2006 y 2009 la mayor aproximación de la historia bilateral, dijo
que el frío de la actual relación entre la Moneda y el Palacio Quemado y
más aún la política de Piñera con respecto al secular reclamo marítimo
boliviano, no desestimulará la decisión de su administración de apelar a
todos los recursos pacíficos, entre ellos el diálogo, para que Bolivia
restaure su cualidad marítima.
"No crea el gobierno chileno que nos cansará con su actitud
distraccionista y dilatoria", mantuvo el Presidente en un mensaje que no
precisó fechas, condiciones y ni plazos para recurrir al tribunal de La
Haya o cualquier otra corte internacional.
Fruto de la denominada Guerra del Pacífico, Chile adicionó a su
jurisdicción territorial 400 km de costas y 120.000 km2 de territorios
que pertenecieron a Bolivia, entre otras la minera Provincia de Atacama,
sostén del erario público del vecino país.
El jefe de Estado de Bolivia, que invocó a la comunidad regional,
hemisférica y mundial los daños que acarrea a su país la falta de un
acceso soberano al mar, dijo que Bolivia resigna cada año 0,7% de su
Producto Interior Bruto, de más 21.000 millones de dólares, en 2011.
Morales observó de contrarias "a la realidad impuesta" las
aseveraciones de que Chile ofrece a Bolivia las facilidades portuarias
suficientes para el tránsito de su comercio ultramarino.
El Tratado de 1904, que Bolivia ha denunciado en diversos foros
internacionales como injusto e impuesto por la fuerza del ganador de la
contienda al perdidoso, señala el libre tránsito de las mercaderías
bolivianas por puertos chilenos.
Las restricciones al libre tránsito son frecuentes y existe una
severa e inaceptable injerencia sobre la carga que entra y sale del
país", denunció al asegurar que a las mercaderías bolivianas se gravan
fletes altos y que el trato, también en contravención al Tratado de 1904
es, ahora, en lo que refiere al Puerto de Arica, por el que Bolivia
embarca el grueso de su comercio ultramarino, con un operador privado.
"Los costos comerciales de las exportaciones e importaciones por
fletes seguros son un 13% más elevados en los países en desarrollo sin
litoral frente al 5,8% de los países con salida libre al Océano",
precisó.
Desde el episodio de 1879, Bolivia reclama en diversos foros su retorno soberano al mar.
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