Así lo indicó ayer lunes un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en la capital ecuatoriana, tras una encuesta efectuada a mujeres de más de 15 años en 18.800 viviendas, con una cobertura parcial urbana y rural en las 24 provincias del Ecuador.
Del 16 de noviembre al 15 de diciembre el INEC efectuó esta encuesta. “La presentación hace énfasis en la situación de las mujeres casadas, separadas, divorciadas o solteras”, dijo Byron Villacís, director de la entidad censista.
Además, Villacís acotó que se desmitifica la falsedad de que la violencia a la mujer está más presente en las zonas marginales del Ecuador, pues tanto en las zonas rurales como en las urbanas el tema está generalizado en el país.
La encuesta dividió los tipos de violencia: física, psicológica, sexual y patrimonial. Esta última considerada por primera vez y que se refiere a la retención, sustracción, destrucción o distracción de objetos o documentos personales, bienes o recursos económicos.
En ese tipo de violencia, el mayor porcentaje es de violencia psicológica con 54%, física 38%, sexual 25% y patrimonial 35,3%.
En otro dato, principalmente la mujer es violentada por parte de su pareja. Así, el 83% del total de personas violentas corresponden a exparejas o pareja actual; en violencia psicológica el 76% y en sexual 53%.
Por provincias, la costera Santa Elena es la que menor porcentaje tiene de violencia contra la mujer “y aun así estamos hablando del 47%, un porcentaje realmente alto”.
Y la mayor violencia contra las mujeres la registran los hombres de las provincias de Pichincha (cuya capital es Quito), Tungurahua (centro andino) y Morona Santiago (Amazonia), donde 7 de cada 10 mujeres sufren algún tipo de violencia.
Por estado civil, las que más sufren este tipo de violencia son las mujeres divorciadas con 85,4%; seguida por las separadas con 78%.
Por etnia, la mayor violencia es en las mujeres auto-identificadas como indígenas con el 67,8%, seguidas por las afrodescendientes, montubias, blancas y finalmente las mestizas, aunque con la referencia de que en esta última raza existe mayoría en el Ecuador, con 73% de mujeres del total nacional.
Villacís explicó que la encuesta fue un proceso planificado para acceder a esta información. Por ejemplo, hubo cambio de temática cuando se presentaba la pareja masculina, para retomar la encuesta en su ausencia, por comodidad y libertad de la encuestada.
“Cómo erradicamos la violencia en el Ecuador, si hay un alto porcentaje de mujeres que siendo solteras aceptan la relación de poder violenta (…) no tenemos futuro si no hacemos que esas nuevas generaciones cambien, cuestionen y miren que su proyecto de vida debe abrir sus posibilidades de decisión”, sentenció Ana Lucía Herrera, presidenta de la Comisión de Transición Hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad De Género.
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