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AMPLIARMarta Scuteri durante el curso de posgrado

Consumir alimentos de origen vegetal ayuda a prevenir el cáncer

Los expertos recomiendan consumir cinco porciones diarias de frutas y verduras sin cocción. “El 30% de la enfermedad se debe a contaminantes que afectan el medio ambiente”, aseguró Marta Scuteri, profesora de Toxicología y Alimentos de la Universidad Nacional de Luján, quien está dictando un curso de posgrado en Tucumán.

Los procesos de industrialización y el avance de la tecnología, sobre todo aplicada a la producción de alimentos y prácticas agropecuarias han generado en los últimos años un sin fin de enfermedades producto de la contaminación a raíz del uso de plaguicidas e insecticidas. Incluso el cáncer. Ante esta situación la Facultad de Bioquímica Química y Farmacia dicta un curso de posgrado referido al uso de una nueva metodología para la prevención de estas enfermedades. La propuesta tiene que ver con la “genotoxicidad ambiental y su efecto sobre la salud, la quimioprevención del cáncer mediante dieta de origen vegetal”.

La disertante es la Doctora Marta Scuteri, profesora asociada de la asignatura de Toxicología y Alimentos del Departamento de Tecnología de la Universidad Nacional de Luján. “Expertos canadienses recomiendan consumir diariamente cinco porciones de frutas y verduras sin cocción como mínimo, es decir, un tomate, una manzana y una ensalada tricolor chica, por ejemplo. De este modo, se obtienen componentes vitamínicos intrínsecos de esas plantas (como las crucíferas y el brócoli), las cuales son preventivas para algunas dolencias. Donde hay aumentos de fibras, vitaminas y compuestos intrínsecos el cáncer es menor”, informa la profesional.

En tanto, la encargada de la cátedra de Toxicología de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia, Susana Albornoz Piossek, indica que “el 30% de los cánceres son por contaminación ambiental; en nuestra cátedra estudiamos el arsénico en el agua, el flúor, y el impacto de los plaguicidas. El arsénico en el agua es cancerígeno, la solución son las perforaciones a más de 300 metros , otro problema es el flúor, un poderoso neurotóxico”, subraya Piossek. 

La capacitación se realiza, hasta el viernes 16 de marzo, en el Laboratorio de la Cátedra de Toxicología (San Lorenzo 456 ) y está dirigida a todos aquellos profesionales de las carreras afines, interesados en el efecto genotóxico que ejerce el medio ambiente sobre la salud, como bioquímicos, médicos, odontólogos, ingenieros en alimentos, ingenieros agrónomos, biólogos, licenciados en biotecnología.